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Delfín fue un tiburón en el Monumental

La derrota de los albos en condición de local pasó a ser un histórico triunfo para Delfín de Ecuador, quienes lograron su primer triunfo en la historia de Copa Libertadores.

Colo Colo se preparó con plantel completo y con la consigna de no perder más puntos de local para poder seguir aspirando a pasar la fase de grupos. La ilusión era grande y así lo demostraban los hinchas que llenaron el Estadio Monumental y apoyaron el equipo sin cansancio ni tregua. 

Camilo Zavala P / Daniel Campusano G.

 Por su parte, Delfín de Ecuador llegó con la tranquilidad de ser debutantes en este torneo internacional, este era su tercer partido en la historia de Copa Libertadores, y de no ser los favoritos. Sin embargo, sus esperanzas de lograr su primer triunfo internacional eran enormes y llegaron sumamente concentrados y motivados.

El primer tiempo fue el fiel reflejo de lo que Colo Colo viene haciendo en los últimos partidos. Un equipo lento, apático, sin profundidad ni ideas y desordenado en sus líneas.

A pesar de esto, los locales tuvieron un par de acercamientos importantes en el arco de Corozo, una de ellas un tiro al palo, y una amplia superioridad en la posesión del balón durante los primeros 45 minutos.

Los ecuatorianos demostraban que vinieron a defenderse y a esperar su oportunidad por parte de un error albo. Tres mediocampistas de ataque y un delantero eran las fichas del DT Guillermo Sanguinetti para aprovechar rápidamente las contras.

Pero Pablo Guede, a pesar de que previo al partido pidió paciencia a los hinchas, fue el primero en perderla. Durante el entre tiempo envió a la cancha a César Pinares y sacó a Julio Barroso, con lo que pasó a jugar con un 4-1-3-2 con Claudio Baeza de lateral izquierdo.

Este movimiento desordenó por completo el engranaje albo y, a pesar del entusiasmo de Pinares -que duró solo unos minutos y luego, preocupantemente se cansó dentro del campo de juego- poco a poco comenzaron a aparecer los errores colocolinos.

Fue así como, tras una desordenada jugada con errores de la defensa colocolina incluidos, a los 52’ Fernando Arismendi anotó el segundo gol de Delfín en la historia de Copa Libertadores, que desataba la euforia de los pocos hinchas y periodistas Ecuatorianos presentes en el Estadio Monumental.

Colo Colo no tuvo ideas ni respuesta física para contrarrestar este tremendo tropiezo. El estadio y los jugadores estaban en estado de shock, pero Guede intentaba jugar sus últimas movidas para contrarrestar el resultado.Mejor tarde que nunca, a los 66’,  metió un lateral izquierdo (Gabriel Suazo) y a otro puntero por la orilla que pudiera intentar desbordar (Nicolás Orellana).

De ahí en más, en los pies de Gabriel Suazo, y utilizando por primera vez en el partido la banda izquierda (regalada durante el primer tiempo), Colo Colo tuvo las más claras por medio de los centros del lateral albo.

Sin embargo el gol no apareció y la apatía alba era cada vez más presente. El cuerpo técnico de Colo Colo parecía nublado, sin reacción y eso también se reflejaba en sus jugadores.

El mejor regalo para el esforzado equipo ecuatoriano fue el segundo gol para su equipo (autogol de Carlos Carmona), cuando el partido ya finalizaba a los 93’, con lo que los ecuatorianos dejaron de sufrir y festejaron con todo el histórico y único triunfo de Delfín en Copa Libertadores.

 La situación de Colo Colo es sumamente complicada, si bien tras esta derrota el escenario era malo, luego del triunfo de Bolívar ante Atlético Nacional es aún peor.

Con esto Bolívar llegó a 5 unidades y quedó detrás de Atlético Nacional, quien aún lidera el grupo con 6 puntos. Tras su histórico triunfo Delfín quedó con 4 puntos y Colo Colo cierra con solo una unidad.

Los albos se ven obligados a sumar por lo menos 4 puntos en sus visitas a Colombia y Ecuador y ganar de local ante Bolívar para pensar en pasar de fase.

“Lo único que puedo decirles a los hinchas es gracias porque terminaron al final del partido cantando. Nada de lo que programamos nos funcionó”, se excusaba Pablo Guede ante los micrófonos en la sala de prensa del Monumental.

“Estoy confiado en poder lograr puntos afuera. Esta actuación es decepcionante, porque no encontramos la forma ni el toque final. No encontramos el pase entre líneas y no la pudimos meter. Deberíamos haber tenido mayor volumen y desnivelar por fuera porque lo hicimos muy poco. Delfín se sintió muy cómodo con el partido que vino a hacer”; agregaba Guede.

Lo que dice el técnico colocolino es correcto. Colo Colo tuvo un débil juego por las bandas, sobre todo por el sector izquierdo. A esto se suma el bajo momento de Jaime Valdés quien nunca encontró vestirse de engranaje con Jorge Valdivia. La falta de pressing en la salida también influyó en el funcionamiento colectivo de los albos.

“Es difícil hablar en estos momentos, pero hay que hacerlo. Solo quiero pedirle disculpas a la gente”, expuso el volante Jorge Valdivia quien fue el único que dió la cara de los jugadores.

El siguiente examen será ante San Luis el domingo. Allí será la oportunidad para volver a ver al equipo que quieren los hinchas. Un Colo Colo protagonista, ofensivo y con hambre de ganar.

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