Su nombre es Héctor Arriagada. Tiene 36 años y es deportista paralímpico. Con pasado en la selección de basquetbol y handball paralímpico, este individuo es un verdadero campeón del entrenamiento. Admite no ser un talentoso pero todos sus logros han sido el resultado de la constancia y la disciplina. El Pistola participará el próximo 12 de Enero en uno de los eventos más importantes del crossfit a nivel mundial en Miami, Estados Unidos. Al igual que otros, su participación en el certamen pende de un hilo por un gran factor: dinero.

Camilo Zavala P.

La citación es a las 15.30 horas de una calurosa tarde de jueves. Hay 35° a la sombra y ningún auto se mueve por las arterias de Ezequiel Fernández y Los Abetos. En Kadsu Crossfit, el punto de encuentro con nuestro entrevistado, cinco atletas amateurs ven el desarrollo de los Reebok Crossfit Games que se realizan en California.

Este torneo es uno de lo más importantes en el mundo de esta disciplina. El segundo con más preponderancia es el Wodapalooza Fitness Festival que se desarrollará entre el 10 y 14 de enero próximo en Bayfont Park, Miami, Estados Unidos.

Allí participan desde niños de 10 años hasta deportistas con discapacidad. Chile será representado por Héctor Pistola Arriagada, gran exponente nacional de la disciplina. A la fecha, aún no se sabe si podrá disparar sus balas en el balneario estadounidense ya que aún le faltan $700.000 mil pesos para costear su estadía.

Rifas, tallarinatas, venta de ropa de usada e incluso préstamos han sido la tónica del deportista para asegurar su participación en el certamen.

Esta es su historia.

Si tuvieras que presentarte ante nuestros lectores, ¿Cómo te presentarías?

“Soy Héctor Arriagada. Me conocen como el Pistola. Soy crossfiter adaptado. Estoy amputado de la pierna derecha producto de un cáncer que tuve a los ocho años. Tuve un sarcoma y por eso me cortaron la pierna. Desde ahí que me acerqué al deporte ya que fue una forma de volver a ser niño. Andando en bicicleta, nadando. Ya mi primer acercamiento con el deporte paralímpico fue en la universidad. Allí conocí el basquetbol en silla de ruedas. Yo jugaba de pie con prótesis, me invitaron a jugar en silla y desde allí no me despegué más. Eso fue en el 99 y desde ahí que compito. He sido seleccionado nacional de básquet en silla, he sido seleccionado nacional de handball en silla y fui capitán de la selección. También fui parte de la selección de esquí paralímpico. Y actualmente soy crossfitero. Me dedico 24/7 al crossfit”.

Cuatro disciplinas distintas. ¿Por qué tantas?

“Yo creo que es un tema recurrente en los deportistas paralímpicos o adaptados. Yo lo que veía hace muchos años era que había pocos que hacían deporte. Te invitaban a probar algo nuevo y como tenías trabajo físico, también te ponías a competir en lo otro. En mi caso, todo lo que he hecho me ha gustado. A medida que he tenido que dedicarle más tiempo a otra cosa, fui dejando otros deportes. Ahora volví al básquet recién y estuve cuatro años sin jugar. Nació mi hijo y no podía dedicar mi tiempo a tantas cosas. Entre trabajar, entrenar y criarlo, no me daba el tiempo. Los deportes por equipo son importantes para la vida para el manejo de la frustración así como también los deportes individuales donde trabajas mucho la cabeza. Tenemos que estar preparados para afrontar cada desafío en la vida. Yo he sido destacado en cada deporte, pero no soy un talentoso. Me considero un cabeza dura, entreno como loco. Trato de llevar al límite mi cuerpo. Es una competencia conmigo mismo constante. Eso creo que ha sido una fortaleza mía y que me llevado al lugar donde estoy ahora.”

¿Cómo nace tu relación con el crossfit? ¿Tú lo encuentras a él o el deporte te encuentra a ti?

“Llego al crossfit en el 2012. Fui a un sudamericano de handball y venía después un mundial. Mi duda fue cómo llegar en buenas condiciones. Una amiga me invitó a conocerlo, y no tuvo que presionarme mucho. A las dos semanas fui a inscribirme a un box y partí nomás”.

Una vez que ya empezaste a entrenar y a conocer los distintos movimientos. ¿Cuál fue el gran obstáculo que se te presentó?

“Era algo nuevo y había muchos ejercicios que todos pueden hacer de memoria.  Hay muchas cosas en que uno lo hace desde chico como saltar la cuerda o subirla. Pero yo no hacía ese tipo de ejercicios en el colegio. Yo desde los ocho años hasta que salí de cuarto de medio, nunca hice educación física. Me eximían porque les daba temor hacerle clases a un tipo con una pierna y que había tenido cáncer. Entonces me hacían hacer trabajitos como la historia del basquetbol (risas)”.

Y, ¿te sentiste discriminado en ese momento?

“No. Lo cuento como una anécdota nomás. Para mí, mi conexión con el deporte es con mis amigos. Ellos me impulsaban y allí fui conociendo más cosas. Yo en ningún momento me veía diferente al resto y ellos tampoco hacia mí. Si yo no me sentía capacitado a hacer algo, mis propios amigos me empujaban a hacerlo. Desde chico que fue así. En los colegios que estuve nunca me sentí discriminado, pero eran otras épocas. Tenían temor. Era el único niño que le faltaba una pierna. En la media había otro chico, pero con un mayor grado de discapacidad. Pero en general, no había mucho conocimiento de cómo trabajar con niños con capacidades físicas distintas. Hoy en día, cualquier alumno puede meterse en cualquier colegio y es tratado como un niño normal. La educación ha evolucionado en ese sentido”.

¿Cuáles han sido tus lesiones más importantes en tu carrera como deportista?

“Una vez cuando esquiaba me puse un esguince cototo en la rodilla. Había nevado, pero estaba hielo y no vi un hoyo que había delante de mí. Se metió el ski en la nieve y se me giró la pierna para un lado y el cuerpo para el otro. La rodilla me quedó como un torniquete. Afortunadamente, sólo fue un esguince porque estaba bien preparado físicamente. Me revisaron los kinesiólogos y me dijeron que si no hubiese sido por la musculatura, la rodilla se me hubiese luxado. La otra importante fue el año pasado. Estaba preparándome para el Open clasificatorio a Wodapalooza y estaba entrenando con un cajón. En un salto, me tropiezo con la punta del pie y me caí. Puse los brazos y caí con todo el peso en mi brazo izquierdo y se me luxó el codo. Un día antes del Open (Risas). El box estaba lleno, había como 60 personas. La música se paró y todo quedó en silencio. Lo recuerdo perfectamente, fue un 14 de septiembre. Cuando me vi el brazo, me volví loco. Grité como desaforado. Ningún kinesiólogo me pudo juntar el brazo. Me tuvieron que llevar entre cuatro personas al auto para ir a la clínica. Dos me sostenían a mí y dos mi brazo. Fue súper triste porque pensaba en mi hijo en ese momento. Al final y gracias a dios no me operé. Tengo un equipo médico detrás que me apoya. En promedio iba a estar 6 meses en recuperación. Me inyectaron un tratamiento de plaquetas y plasma junto a la terapia kinésica. En dos meses estaba compitiendo en el nacional de handball”.

Vayamos al tema del campeonato que tienes en Miami. Cuéntame un poco de eso.

“En Miami, EEUU será el Wodapalooza. Van tres chilenos. Yo voy en la categoría de pie. Cada competencia está dividiendo las categorías. En el crossfit, a mí me han tocado competir con tipos que están enteritos pero que tienen un problema en la cadera. En otras competencias me ha tocado codearme con gente en silla de ruedas. Cada torneo es distinto. Esta vez en Wodapalooza es la segunda competencia de crossfit más importante a nivel mundial para cualquier tipo de atleta adaptado”

¿Participa todo tipo de deportistas?

Sí, pero esta vez participarán sólo atletas adaptados. Deberíamos junto al resto de la categorías como son las duplas, competencias por equipo, etc. Esta competencia es la segunda más grande después de los Crossfit Games y decidió meter la categoría adaptado como exhibición hace unos años atrás. Fue súper potente darse cuenta en ese tiempo de ver que algunos deberían estar casi tirados en una cama y están nadando, trepando cuerdas, haciendo levantamientos de potencia, etc. Yo tengo un amigo mexicano que tiene paralisis cerebral y literalmente me da paliza en muchos ejercicios. Entonces se dieron cuenta que era potente y lo pusieron como open clasificatorio. Allí, clasifiqué segundo entre deportistas de todo el mundo. Lo bueno es que vamos hartos latinos. Desde el 2014 que junto algunos colegas estamos con la idea de potenciar el deporte en Latinoamérica. En Brasil cada vez son más. Para esta ocasión, iremos seis latinos a competir a Miami”.

¿Qué es lo que te falta para llegar en óptimas condiciones al Wodapalooza?

“¿Qué me falta?, me falta todo. Los pasajes subieron, están como a 1500 dólares. Si los hubiésemos comprado desde que fue la inscripción a fines de septiembre o primeros días de octubre hubiese pagado la mitad o incluso menos. Pero no estaba la plata ni el apoyo. Pensé que iban a haber otros grados de apoyo, entonces empecé a moverme. En un momento estuve un poco estancado porque estaba colaborando con la campaña de Teletón y tenía que dedicarle tiempo a eso igual. Pero, te digo que he hecho de todo. Desde rifas, recolección de ropa usada y la voy a vender a la feria, he hecho de todo para juntar las lucas. Al final no voy solamente como Héctor Arriagada, voy con mi bandera y siempre a todos lados, uno va representando a su país. Hoy me siento un poco desanimado porque siguen faltando lucas para los pasajes. He madrugado mucho para hablar con empresas y no he tenido mucha respuesta. Imagínate que sólo para la estadía necesito $700.000 mil pesos más. Entonces, se pone más difícil todavía. Van quedando menos hoteles y menos departamentos. El plazo se va acercando y tengo que estar el 10 de enero allá. Me ha costado entrenar porque he estado moviéndome para conseguir los recursos y así estar tranquilo para poder seguir entrenando. Es harto el esfuerzo de autogestionarte. Yo tengo la claridad de que puedo estar en el podio  pero estar pendiente en temas de financiamiento, me desenfocan del objetivo principal que es llegar en óptimas condiciones”.

Este es el drama de gran parte de los deportistas de alto rendimiento, conseguir dinero y financiamiento para competir. ¿Qué crees que se debería hacer para generar más instancias de apoyo y fomento al deportista, sobre al paralímpico?

“Mira yo creo que se están haciendo cosas, pero falta más. Desde el 2014 en adelante se está abriendo una puerta. No sé si los empresarios no la quieren tomar o termina siendo un cacho pero con el tema de la Ley de Inclusión Laboral, hay una oportunidad para apoyar a deportistas paralímpicos. Imagínate que tu como empleador, podrías contratar a un deportista y tenerle un sueldo como deportista para que el tipo se dedique a entrenar y a competir con tu marca. Por ejemplo: Coca Cola. Tu vas con los colores de Coca Cola. Hace un tiempo, ENAP tenía un equipo de básquet y ellos competían con los colores de la refinería. Hoy en día es una puerta importante para el deporte y que se suma a la ley de Donaciones que a veces no calza con lo quieres. La diferencia es que aquí, tú puedes contratar gente. Puedes contratar a atletas y así puedes tener un equipo Hyundai, equipo Movistar, etc. La ley te lo permite. En Brasil ya se aplica este modelo y ha tenido grandes resultados”.

¿Así se tendría mejores resultados y se mejoraría la competencia?

“Sí, partiríamos por algo. Tendríamos un crecimiento exponencial en el desarrollo de deportistas. Tendrías a un montón de atletas que no tendrían que preocuparse tanto de tener las lucas no solamente para los viajes a torneos internacionales, sino que también para la vida. Un deportista también tiene que pagar cuentas, el arriendo, comer, todo. Si comenzamos a implementar esto, te liberarías un poquito de la presión que trae la búsqueda de dinero y te dedicas 100 % a entrenar. Ojalá que alguien lea esto y nos podamos sentar a conversar. Yo también tengo una carrera profesional. Soy ingeniero civil industrial, hago charlas motivacionales y coaching; eso es lo que hago para vivir, pero el deporte es la otra mitad de mi vida”.

La inclusión es uno de los temas ha estado en la palestra en el último tiempo. ¿Qué mensaje le darías a la ciudadanía en torno a este punto?

“Yo creo que el tema de la inclusión son etapas que tenemos que ir pasando como sociedad. Ahora debemos pensar en la accesibilidad universal. Si lo agrandamos más, serían oportunidades para todos. Esto significa que existan las mismas oportunidades para todos. Así como los colegios, los edificios y la calle tienen que estar preparados para cualquier persona que viva en el mundo y en nuestro país para circular libremente; también tiene que ver con las oportunidades para desarrollarte como estudiante, como profesional, como papá, como ser humano y como deportista. Imaginemos que yo soy un chico en silla de ruedas que nunca ha hecho deporte y ahora me dieron ganas de practicar algo. Tiene 36 años y quiere entrenar. Él debiese venir a cualquier centro de entrenamiento y poder hacerlo sin encontrar ninguna traba. Desde el acceso a los baños hasta llegar a sala de máquinas o a la piscina.  Eso también a los parques nacionales, a todos lados. Es igualdad de oportunidades para todos. Yo no digo que estemos mal. Chile hace hartas cosas. Tenemos que pensar que somos un país súper joven y nos estamos comparando con países que tienen 100, 200 años más de historia que nosotros. Hay que seguir creciendo y seguir trabajando para fomentar la inclusión en todos los sentidos”.

Sin caer en temas de sensacionalismo ni exageraciones, ¿Has sentido que la gente te ha visto como un bicho raro? Te lo pregunto en el sentido de que la gente te ve entrenar con una pierna de metal y estás haciendo lo mismo que ellos.

“Sí, pero en el buen sentido de la palabra. A mí me sirve igual desde el lado de las charlas motivacionales. La verdad es que los niños, la gente en general y en el mismo lugar de entrenamiento es una motivación. La gente te ve y piensa: “este tipo está haciendo lo mismo que yo igual que yo”. Aquí en el box hay distintas personas con distintas capacidades pero se nota más cuando ves a un tipo que le falta una pierna, ¡y bueno! aprovechemos eso. Yo no me veo como que me falta una pierna, yo soy uno más. Yo uso la prótesis al descubierto porque sé también que las miradas vienen para acá y que sin decir nada, estoy causando un efecto positivo en alguien sólo por ir caminando. Suponte tú, cuando estoy en el Transantiago, soy yo el primero que me paro para darle el asiento a alguna señora y saltan todos”.

 

Hemos hablado de alto rendimiento, de financiamiento y de inclusión. Es tiempo que hables tú. ¿Qué mensaje le darías a toda la gente que aún no hace deporte y a todos aquellos que están esperando a que les llegue una oportunidad para ser distintos a través de la actividad física?

“En primera instancia, yo creo que la motivación es interna. De verdad, hay gente que lo hace, pero si te quedas esperando a que te llegue una ayuda para el objetivo que tengas, no lo vas a hacer nunca. Por eso te decía, yo para ir a Miami, he estado haciendo lo que sea para juntar las lucas. Entonces, lo primero es que la gente se haga consciente de eso. Que se haga consciente de que la suerte no existe. Creo que lo dijo Arnold una vez: “la suerte favorece al más preparado”. Y es así, tú te preparas constantemente para enfrentar los cambios día a día. Entonces cuando aparecen las oportunidades, estás preparado para eso. Hay que trabajar para lograr los objetivos, hay que esforzarse. Eso no significa que la vayas a pasar mal, si estás haciendo algo que te gusta. Lo segundo, el deporte a mí me permitió volver a ser niño. El deporte es la mejor herramienta para conocernos a nosotros y a través de él, conoces a gente increíbles, desarrollas habilidades blandas que después puedes aplicar a tu trabajo. El deporte nos permite desarrollarnos como personas integrales en donde vamos a aprender muchas herramientas y de pasada nos vemos bien. Te sientes más liviano, te sientes más alegre y quieres hacer cosas que antes quizás no tenías ganas de hacer. Vivimos en una sociedad que no nos da la oportunidad de conocer más cosas. Tú te tomas el taxi a la estación del metro y del metro te vas a la pega. Si buscamos movernos por nuestros medios, la gente estaría un poco más feliz”.

No te pierdas la participación de Héctor en Wodapalooza desde el 10 al 14 de enero. Puedes ver todos los detalles aquí.