La escoliosis es una desviación anormal de la columna, que se logra identificar, en la mayoría de los casos, como una asimetría visible desde la espalda. Aquí te mostramos a continuación cuáles son los deportes que no debes practicar para cuidar tu columna.

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La incidencia de la escoliosis es de aproximadamente del 3% y en general no es dolorosa. Esta puede presentarse en todas las edades, sin embargo, 80% de los casos, son adolescentes sanos entre los 10 años y el término del crecimiento.

También es habitual que se manifieste en pacientes que padecen de enfermedades neurológicas y musculares, síndromes genéticos y con antecedentes de malformaciones congénitas.

El Dr. Pablo Krainz, traumatólogo de Clínica INDISA explica que “los signos de que se sufre de escoliosis se ven más fácilmente examinando al paciente desde atrás e incluyen asimetría en la altura de los hombros, escápulas o cintura. Como también asimetría en las costillas al agacharse, conocido como signo de Adams. Es muy importante que el médico encargado, también realice un examen neurológico, ya que existen casos en que la escoliosis se asocia a malformaciones en el bulbo raquídeo o la médula espinal”.

En cuanto al tratamiento, el Dr. Krainz enfatiza que al ver cualquier anomalía en la columna es necesario ir donde un profesional, ya que se debe indicar un procedimiento personalizado para cada paciente. Pero de manera general, los cuadros leves requieren de observación, los de media gravedad pueden controlarse con el uso de corsé, y en los casos más severos se podría necesitar cirugía.

Mientras antes se detecte la escoliosis, el tratamiento reducirá el riesgo de progresión. “Como señalaba anteriormente, esta enfermedad se asocia a varios factores no modificables, tales como carga genética y otras enfermedades o malformaciones. Por lo tanto, actualmente no existen medidas preventivas para su aparición, sin embargo, hay tratamientos y cirugías que pueden ayudar a solucionar el problema y entregar una mejor calidad de vida a todos nuestros pacientes”, aclara el traumatólogo.

Los deportes que no debes practicar

Los deportes que están contraindicados en estos casos, son aquellos que suponen una sobrecarga de la columna vertebral, como:

  • Actividades con levantamientos de grandes pesos, como halterofilia.
  • Deportes que implican grandes torsiones de la columna vertebral, como los lanzamientos en atletismo.
  • Ejercicios que implican una gran hiperlordosis lumbar, como las modalidades de mariposa y braza en natación, gimnasia artística y rítmica, o deportes de lucha, como el judo.

La práctica de estas actividades supone cargas, rotaciones y torsiones en la columna que pueden aumentar la progresión de la escoliosis y que, además, pueden convertirla en sintomática, provocando dolor en el paciente.

Aunque la escoliosis pueda suponer un obstáculo para determinadas prácticas, existen otros ejercicios que sí se pueden realizar y que son beneficiosos para reducir el impacto de la curvatura de la columna.

Aquellos movimientos que aumentan el tono y fuerza de la musculatura paravertebral y de la espalda en general, además de los ejercicios o actividades que favorecen la extensión de la espalda, como las modalidades de crawl y espalda en natación, el baloncesto, o el voleibol.