Noviembre comenzó con surf. Desde el 1 al 4 del presente mes, se realizó la quinta edición del Maui and Sons Pichilemu Women Pro by Royal Guard. Más de cuatro mil personas vieron coronar a Analí Gómez (PER) con un puntaje combinado de 13.10. La oriunda de Punta Hermosa venció en los minutos finales a la campeona defensora, Leilani McGonagle. Estuvimos durante los tres días de competencia y esto fue los que rescatamos. Aquí comienza un nuevo Especial del Mes.
Olas artificiales, la tecnología que busca emparejar el surf
Sin duda alguna, una de las grandes innovaciones que está revolucionando al deporte de tabla es la creación de olas artificiales en sectores donde no hay mar. El once veces campeón mundial, Kelly Slater, fue uno de los pioneros con su Wave Ranch ubicado en Lemoore, California y hoy en distintas partes del mundo, ya se delinean proyectos que pretenden generar 200 olas por hora. ¿Qué opinan los surfistas profesionales sobre este invento? Te lo contamos a continuación.
Camilo Zavala P.
La tecnología revoluciona el deporte mundial. El VAR en el fútbol es un ejemplo claro que cómo las innovaciones buscan mejorar el desarrollo del deporte y la competencia.
En el caso del surf, las Wave Park o parque de olas buscan mejorar la constancia y condiciones del oleaje junto con acercar el deporte tabla a zonas que están alejadas del mar.
Chile no se queda atrás dentro de esta tendencia. Hace dos años, la empresa Surf Town venía anunciaba la creación de este nuevo proyecto para la zona norte de Santiago.
Huechuraba, Colina y Lo Barnechea son algunas de las comunas que se tantean para construir el mega proyecto que pretende generar casi 100 olas por hora. Sin embargo, las comunas mencionadas no tienen ingresada ninguna licitación o inscripción en su dirección de obras. Por ende, la nueva infraestructura parece estar congelada.
Pese a esto, la intromisión de este nuevo tipo de tecnología trae impresiones dispares en la comunidad surfera ya que podría quitarle la magia única que tiene al mar donde si estás en el lugar y momento indicado puedes correr la ola de tu vida.
“En mi opinión creo por un lado ayuda al progreso del surf, pero por otro lado, le quita la magia que es el mar. El mar es impredecible y al final eso es lo que hace el surf tan único. La ola artificial hará el surf bien progresivo porque vas a poder practicar a un nivel un poquito más alto y mucho más constante”, argumenta la pichilemina Jessica Anderson, clasificada a cuartos de final del QS 1500 Maui and Sons Pichilemu Womens Pro by Royal Guard.
“La ola artificial hará el surf bien progresivo porque vas a poder practicar a un nivel un poquito más alto y mucho más constante. También hace que el juego sea más parejo para todos. En el mar, una puede agarrar la mejor ola del día y ya no entra más. En el surf artificial entran 50 olas iguales de perfecta. En lo personal, no es mi preferencia. Me gusta más mar porque cuando te agarras la mejor ola del día, tú la agarraste y es una sensación única”, expone la pichilemina.
“A mí me sorprende muchísimo. Ya no está la estrategia de que la ola es impredecible y de que el mar hay que leerlo o estudiarlo. Las olas artificiales llevan el surf a un lugar que no es natural. Nunca he estado en una pero creo que traerá otro tipo de surf”, argumenta esta vez la ariqueña Lorena Fica, también clasificada entre las ocho mejores del certamen que se lleva a cabo en la VI región.
Una innovación para mejorar y progresar
Pese a tener opiniones dispares y muchas críticas, la incorporación de esta nueva tecnología emparejará mucho más la cancha para todas aquellas personas que están alejadas del mar y junto con ella permitirá una mejoría en la preparación de los surfistas profesionales para citas planetarias u olímpicas.
Es más, para los próximos juegos olímpicos que se realizarán en Tokio dentro dos años, ya se estudian opciones para implementar una piscina de olas y no depender de las condiciones del mar japonés.
“Las piscinas con olas tienen un gran beneficio para los surfistas de todos los niveles. Las olas naturales siempre serán insuperables pero estas nuevas tecnologías servirán permitirá que los niños aprendan a surfear mucho más rápido y a la vez detectar nuevos talentos”, describe Javier Romero, Head Coach de la Selección Junior que disputa por estos días el mundial de la categoría en Huntington Beach, California.
“A veces cuesta mucho encontrar olas adecuadas para los principiantes. Como estas piscinas se pueden regular, va a poder aprender todos los días del año y siempre. Lo que no sucede en mar porque hay marejadas o incluso no hay olas a veces”, agrega.
La gran particularidad de las piscinas con olas es la gran cantidad de rompientes que pueda generar en un tiempo determinado. Esto quiere decir que mientras más posibilidades tenga el surfista de montar olas, más posibilidades tendrá de mejorar. Para poder dominar esta técnica, el surfista debe repetir constantemente las posturas y la conciencia corporal, dos cosas que en el mar natural no siempre pueden llevarse a cabo.
“Si el surfista está en el mar y corre diez olas en una hora promedio. Este mismo surfista podrá surfear 30 olas en una piscina con olas. Esto le permitirá mejorar la técnica treinta veces más, aparte de las horas de entrenamiento físico en tierra”, argumenta el iquiqueño.
“Esto sin duda provocará un cambio en el mundo y en Chile. Los surfistas que quieren dedicarse al profesionalismo podrán mejorar rápidamente su técnica, el dominio corporal de las maniobras más avanzadas, por el sólo hecho de que el surfista podrá repetir muchas más veces los movimientos que en el mar”, complementa Romeral.
Opinión que coincide con el futuro de Brasil. Con 17 años, Julia Camargo da sus primeros pasos en la elite del surf y adelanta la gran ventaja que traerá este parque de olas.
“Me parece increíble. Ahora es la misma ola para ambos surfistas. Ya no habrá comparación. Es importante también surfear en el mar porque nos movemos en un ambiente natural. Pero de todas formas, las olas artificiales cambiarán el surf para bien. En Brasil progresaremos mucho más aún”, detalla Camargo.
La armada chilena copó Punta de Lobos
9 nacionales dijeron presente en la quinta edición del QS 1500 Maui and Sons Pichilemu Womens Pro by Royal Guard. De ellas sólo dos pudieron instalarse en las cuatro mejores del torneo que entrega 1500 positivos para al ranking WQS. El grueso de nuestras representantes es oriunda de Pichilemu. Amistad, compañerismo y competitividad abunda entre las competidoras.
Camilo Zavala P.
Todas las personas que se apostaron durante los tres días de competencia del mundial de surf femenino, enloquecían al momento que una de las chilenas saltaba a la cancha acuática natural de Punta de Lobos.
Un apoyo que también se hace notar entre ellas mismas. Jessica Anderson, Natalia Escobar y Lorena Fica son algunas de las competidoras criollas que animaron esta última parada del WQS. Una fecha del tour mundial de la World Surf League (WSL) donde surfistas de todo el orbe vienen a buscar sus últimos puntos para el ranking que entrega plazas al Dream Tour (1ª división mundial del surf).
Para la ariqueña Lorena Fica “es uno de los eventos más importantes a nivel mundial. Vienen chicas de todo el mundo e incluso hasta ex campeonas mundiales. El nivel es fuerte y la competencia en el agua se siente dura. Creo que todas queremos ganar este título. Hay que ir paso por paso”.
La chascona chilena será la única mujer en competencia en el próximo Rip Curl The Search que esta vez se realizará en tierras chilotas. “Es un orgullo. Será divertido demostrar que muchas mujeres tienen el mismo nivel que los hombres e incluso superior”.
Fica, Anderson, Tepano, las hermanas Vidueira y Escobar han compartido varios viajes a Brasil, Centroamérica e incluso Europa. Una amistad que se aprecia a través de las redes sociales pero que al momento de que suene la chicharra, cambia intempestivamente.
“La verdad es que tenemos una amistad muy linda con todas. Nos llamamos bastante, arrendamos casa con las otras chicas cuando viajamos. Siempre hay mucho apoyo entre todas. Es súper entretenido, pero en el agua nos queremos matar porque somos competidoras. El lado amoroso desaparece cuando suena la primera chicharra y vuelve cuando termina el heat”, describe la localaza de una de las olas más peligrosas de Chile, El Gringo, Arica, Chile.
El cariño entre las nacionales también se traspasa a las extranjeras. “Desde que he venido a Chile, siempre la he pasado super bien. Las olas aquí son muy buenas, la gente es linda y la comida es rica. Es un evento que la paso super bien y estoy tratando de no pensar en defender el título y sólo enfocarme en surfear”, señala la costarricense Leilani Mc Gonagle, campeona de la edición 2017.
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Pascua ausente
Una de las grandes ausencias del QS 1500 Maui and Sons Pichilemu Womens Pro by Royal Guard fue la isleña Pomare Tepano. Pese a estar confirmadísima en el heat 2 de la Ronda 1, la oriunda Rapa Nui sintió un pinchazo fuerte en uno de sus empeines el miércoles 31 a la noche.
Ya el jueves por la mañana, Tepano no podía pisar. Pese al dolor, la polinésica tablista no se restó de la delegación chilena, siendo una simpatizante más que alentaba a sus amigas nacionales y disfrutando del asombroso nivel de cada una de las competidoras.
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“Las olas del continente son más largas y te presionan más a tener buen cardio. Son buenas para “soltar el muñeco” y para pulir tus mejores maniobras. Es una pena no poder competir. Los médicos del campeonato me diagnosticaron una posible tendinitis, así que no podré surfear hasta nuevo aviso”, apunta.
Pomare aprovechó también la instancia para desmentir algunos mitos sobre la gente de Rapa Nui y el gran localismo que existe con las rompientes del ombligo del mundo. “Lo más importante es saber respetar a los locales. Nosotros no tenemos ningún problema con que gente del conti vayan a surfear para allá. Sólo les pedimos que vayan con una perspectiva más sociable”, destaca.
“Han llegado muchos con una actitud imponente y se sientan en el point. En la isla no se da mucho como pelear el inside como sí pasa en otras playas de Chile. Allá es por orden de llegada. Si tú llegaste primero al point, obviamente tendrás tu turno. Todo eso ayuda a tener más armonía en el agua y no hay tanta rivalidad como se está dando en todo el mudno y en nuestro país también”, finaliza.
Hasta que la chicharra suene
Participar en un torneo de surf tiene grandes determinantes. Los más decisivos son el tiempo, las olas, el puntaje y por supuesto, el competidor. Si a esto le sumamos una alta cantidad de dinero en premios, puntajes para clasificar al Dream Tour y ser la reina de Punta de Lobos; el desafío cambia gigantescamente de cariz.
Camilo Zavala P.
“Natalia tu última ola es un 4,5. Necesitas 7.2 para liderar el heat”, son las palabras de la locutora Ixa Llambías desde la mesa de jueces cuando se desarrollaba la semifinal entre la pichilemina Natalia Escobar y la peruana Analí Gómez.
En el surf, quien obtiene la calificación más alta en las dos mejores olas del heat se consagra ganador o ganadora. Los heat tienen duración aproximada de 20 a 35 minutos dependiendo del campeonato. Durante ese lapso, pueden haber olas o bien el mar puede estar transformado en una piscina. Por ende, la estrategia en cómo afrontar la competencia se torna fundamental.
“Cada día va cambiando el mar. La estrategia de hoy (jueves) era correr olas largas y meter maniobras fuertes. Los jueces están punteando harto a las olas que tienen largo recorrido y con maniobras bien fuertes”, exponía la semifinalista Jessica Anderson al ser consultada por la estrategia para quedar entre las ocho mejores del QS 1500.
Dicha estrategia se puede ir de las manos cuando al rival le sale todo. Es así como el competidor debe ir variando su repertorio en la rompiente, metiendo carveos largos o giros radicales en la parte más crítica de la ola. Las más avezadas se atreven incluso a saltar dentro de la misma ola. En otras palabras, tirar un aéreo.
“Hay que ser dinámica e ir variando. Los jueces también se aburren si tu surf es muy repetitivo. Hay que ir variando con un poco de todo”, agrega Jess.
El surf en los últimos cinco años ha evolucionado a pasos agigantados. Las nuevas generaciones en mujeres y hombres, han hecho que el deporte de tabla sea cada vez más progresivo en cuanto maniobras y dificultad.
Uno de los estilos que más predominan en la actualidad es el power surfing. Esta rama del surf consiste en realizar maniobras donde la tablista busca deformar la ola con todas sus fuerzas. Mientras más agua saque, mejor puntaje tendrá.
¿Cuáles son las claves para surfear así?, lo cuenta la campeona del QS 1500 Maui and Sons Pichilemu Womens Pro, Analí Gómez: “Dependerá de cómo tenga cada persona el don de surfear. Yo soy súper radical para mis cosas y eso lo demuestro también en mi surf. Obviamente que hay que entrenar siempre las piernas para lograr pegarle con todas tus fuerzas a la ola”.
Para ganar la final, la incaica ocupó una estrategia creciente en cuanto a su surf. Esto quiere decir que al momento de tomar la ola, Analí realizó su primer giro con mucho soul. Luego, en la segunda maniobra puso la tabla arriba del labio casi sacando las quillas y posteriormente agarró velocidad para terminar con un aéreo como si fuese una super héroe.
Después de esta rutina, el mar se calmó, la chicharra sonó y Analí campeonó.
El surf mundial nuevamente puso los ojos en Punta de Lobos
Durante tres de competencia, el mundo del surf tuvo un show alucinante. Tablistas de todo el mundo viajaron hasta la VI región con el objetivo de venir a buscar los últimos puntos necesarios para lograr el sueño de clasificar al Dream Tour. Aquel circuito donde las 35 mejores surfistas de todo el orbe compiten en las mejores olas del mundo durante todo el año.
Camilo Zavala P.
Bajo este contexto, el reconocido balneario de Pichilemu tenía que estar a la altura, y lo estuvo. Una zona exclusiva para los deportistas, motos de agua para la seguridad de las competidoras, la total disposición por parte de la organización para los requerimientos de los medios de comunicación y la preocupación por la huella de carbono durante el certamen son algunas cosas más destacables que dejó el QS 1500 Maui and Sons Pichilemu Womens Pro by Royal Guard.
Las cuatro ediciones anteriores son el gran espaldarazo que tiene el evento que esta vez se vio perjudicado por la aparición de viento norte en el segundo día de competencia. “Son tres días de campeonato. Es súper difícil el tema del surf, porque dependemos mucho del clima, si viene viento sur o viento norte. Determinar eso para llevar a cabo un campeonato de surf, es bastante complejo”, apunta Tito Loyola, director de la competición.
Pese al viento norte, el viernes se realizó un expressión sessión donde la argentina Lucía Cosoleto y la portuguesa Camila Kemp; resultaron ganadores de la mejor ola y el mejor truco respectivamente.
“Han habido varios campeonatos en Chile pero este es el más potente que se hace en Pichilemu, la capital del surf chileno. Estamos super contentos porque a través de la World Surf League, Pichilemu y Chile se muestra a todo el mundo”, agrega Loyola.
A la competición se suma también la preservación del lugar. Gracias al municipio y la Fundación Punta de Lobos, el santuario de la naturaleza recibe los máximos cuidados para no alterar el ecosistema donde anidan loicas durante gran parte del año.
“Cuidemos este lugar. Llévense la basura y reciclemos”, era uno de los mensajes que emitía la locutora a todos los presentes. Dichas palabras es una misión en la cual todas las personas que visitan el lugar deben tomar consciencia.
“Tenemos un nivel de geografía en Pichilemu que es increíble para surfear. Las competidoras quedan alucinadas con el paisaje que rodea a la ola. Este lugar es mágico y junto a la Fundación Punta de Lobos, el municipio y las entidades públicas nos preocupamos de la ecología y la sustentabilidad”, argumenta Tito Loyola, director del evento.
Conservar este lugar para la eternidad es tarea de todos. De ti depende que este Santuario de la Naturaleza permanezca intacto para las próximas generaciones.
10 minutos claves
Analí Gómez se transformó en la nueva campeona del QS 1500 Maui and Sons Pichilemu Womens Pro by Royal Guard 2018. La incaica logró imponerse por sobre Leilani McGonagle (CRC) a sólo diez minutos de que sonara la chicharra. La negra logró alzar un título que se le era esquivo hace cuatro años.
Camilo Zavala P.
Todo parecía indicar que la tica Leilani McGonagle se consagraría como bicampeona del certamen pichilemino. Sin embargo, el surf es uno de los deportes donde la exactitud no existe, ya que se lleva a cabo en el Mar. Un ser vivo que a menudo puede tirar olas que pueden dar vuelta una final.
Leilani Mcgonagle comenzaría dominando la final con maniobras sólidas y fluidas. La rubia tablista tendría lideraba el heat con una combinación de 10.00 puntos. No obstante, Analí necesitaba de tres puntos para ponerse en la primera opción.
Con la prioridad al mando de la peruana, la oriunda de Punta Hermosa no desaprovechó la oportunidad y comenzó a posicionarse ante una serie que venía desde el fondo del océano.
2 carves on the top, 1 cutback y 1 roller off the lip fueron las maniobras que ale menos pudimos identificar y que determinaron el triunfo de Analí Gómez. 5 olas surfeadas contra 7 de la tica dan prueba de que Gómez fue más eficaz a la hora de surfear y transformarse en la nueva campeona con un puntaje total de 13.10 vs el 12.45 de Mc Gonagle.
Celebra todo Perú y toda Punta Hermosa. Analí Gómez se transformó en la nueva campeona del QS 1500 Maui and Sons Pichilemu Womens Pro by Royal Guard.
“Ella ya se lo había llevado el año pasado. Cuando entramos al agua, le dije que esta vez no se lo iba a llevar tan fácil. Gracias a Dios se dio este momento. Se dio nomás”, declaraba la peruana emocionada tras conocer el veredicto de los jueces.
“Los últimos diez minutos fueron claves. Allí es donde se decide todo. Afortunadamente me salió una olita en el diamante y pude hacer el score necesario”, apunta Gómez sobre el momento decisivo de la final.
El drama de Leilani
Una vez que se conoció el resultado de la final, la cara de Leilani se descompuso. Ni los abrazos de su familia y amigos pudieron consolar la dura derrota de la tica. Suplicio chino fue firmar ante los jueces el premio que acreditaba su nombre como finalista.
Al momento de dirigirse a los medios, McGonagle tuvo que pedir disculpas ya que el llanto era incontrolable. Aquí algunas palabras de lo que dijo. “Analí surfeo súper bien. Ella tenía la prioridad, no pude hacer mucho”, expresó la tica.
“Chicos, en serio, me tengo que ir. Lo siento”, finalizó al borde del llanto McGonagle, quien volverá a su Pavones natal como nueva 18° del mundo en el ranking WQS.
“El surf en Brasil es más conocido que el fútbol”
Julia Camargo tiene 17 años y es de Río de Janeiro, Brasil. Está ubicada 132 del ranking WQS y es parte de la nueva generación de surfistas brasileñas que comandadas por Silvana Lima forman parte de la Brazilian Storm que constantemente animan el surf competitivo mundial.
Camilo Zavala P.
“Comencé a surfear a los cinco años porque toda mi familia surfeaba. Es un deporte que me gusta mucho”, nos cuenta Julia. Gracias al gran auge que ha tenido Brasil en el deporte de tabla, en los últimos cinco años, el surf femenino brasileño comienza de a poco tomarse el cetro que se merece.
Con más competencias en el ámbito local, chicas como Julia pueden mostrar su potencial dentro del mar y así dar sus primeros giros en el primer nivel.
“Gracias a lo que han hecho, Filipe Toledo, Italo Ferreira, Gabriel Medina y Silvana Lima; el surf ha sido una gran inspiración para todos los chicos y chicas que anhelan ser como ellos.”, sostiene.
Cerca de 10 surfistas brasileños en hombres y mujeres, son animadores habituales de las competencias del tour mundial, tanto en WCT y WQS. Si a esto le sumamos que dos de ellos serán parte de la disputa por el título mundial de surf en la playa de Banzai Pipeline, Hawaii, Estados Unidos; la motivación es casi el cuádruple para todos los habitantes del “país mais grande do mundo”.
“Eso nos demuestra que todo es posible. Ellos son ídolos para nosotros. Antes el fútbol era el deporte de Brasil. Ahora no es más, porque gracias a lo que ellos han hecho, el surf es más conocido que el fútbol. Mucha gente quiere surfear antes de tocar un balón. Para mí es un orgullo porque es el deporte que amo”, expresa con una sonrisa de oreja a oreja.
La pequeña surfista carioca, también aprovechó la instancia para destinar algunas palabras en torno a Punta de Lobos y todo su entorno natural. “Acá las olas son muy largas. No cierran nunca. Podemos repetir la misma maniobra varias veces. Es muy buena para entrenar”, describe.
Lince acuático
En el deporte de tabla, muy conocido es el siguiente dicho: “detrás de una gran surfista, hay un gran fotógrafo”. Chile tiene grandes fotógrafos en deportes extremos. Muchos de ellos viajan a pillar las nevadas en invierno, suben cerros para capturar los imperdibles colores de nuestra Cordillera de los Andes o bien viajan kilómetros para registrar el movimiento de los surfistas dentro de las poderosas olas del Océano Pacífico. En esta última imagen, cabe Pablo Jiménez. Tuvimos el honor de conversar con el destacado realizador y esta es su historia.
Camilo Zavala P.
Su nombre es Pablo Jiménez, nacido y criado en la hermosa ciudad de Viña del Mar. Allí, como muchos deportistas de la Ciudad Jardín, frecuentaban las rompientes del V sector de Reñaca o de Con Con en la zona norte. Pablo se adentraba en las aguas del nuestro frío mar para practicar su otra pasión: el bodyboard.
“Hubo un en momento en mi vida en que el body era todo. Era lo único que pensaba”, nos cuenta. Como todos los jóvenes que tienen el gran privilegio de surfear todos los días, Pablo anhelaba con dedicarse al deporte de tabla con aletas. No obstante, a los 20 años tiene un cambio brusco cambio de chip.
“Cuando tenía 20 años me fui de Chile porque no estaba haciendo nada acá. Me fui a viajar con el afán de ir a buscar olas. Yo estaba pegado en Chile y alucinaba con ir a Hawaii, Indonesia o California. Quería ir a todos esos lugares a surfear”, relata.
“Y lo hice”, agrega entre risas. Desde ese entonces, Jiménez comenzó una aventura por ocho largos año. En ese periplo, comenzó a tener una pequeña relación con la fotografía. “De a poquito me empezó a gustar. Me gustaba observarla pero no era como que sacaba muchas fotos”, recuerda.
“En un momento de mi vida pensé en ser fotógrafo. Pensaba: “yo surfeo, me gusta surfear. Tengo que sacar fotos de olas”. Casi al final de estos ocho años que llevaba viajando, me la jugué y me compré una cámara. Volví a Chile después de ocho años de viaje y me inscribí en una carrera de fotografía técnica. Allí empezó todo”, desglosa uno de los fotógrafos oficiales que tuvo el QS 1500 Maui and Sons Pichilemu Womens Pro by Royal Guard.
Durante esos dos años de estudios, el viñamarino conoció todas las aristas de la fotografía. Eventos, retratos, personas y naturaleza son algunas de las que aprendió. Finalmente decidió optar por la rama que más sabe: el surf. Desde ese entonces, Pablo Jiménez es el protagonista que pasa piola en una sesión de surf donde los más connotados de la tabla esperan que el viñamarino logre capturar el momento justo.
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La carrera de Pablo en fotografía coincidió con el boom de surfistas que tuvo nuestro país entre el 2000 y 2010. En ese periodo, Ramon Navarro, Christian Merello y Diego Medina comenzaron a mostrarle al mundo el potencial de olas que tenía nuestro país. Muchas de esas escenas fueron registradas bajo el lente de Jiménez.
“Yo a ellos los conocía de antes. Cuando yo empecé a hacer body, 20 a 25 años atrás, no había tanta gente que surfeara. En uno de mis viajes a California, logré darme cuenta de que en Chile podía pasar algo parecido. No sabía cuándo, pero sabía que agarraría vuelo. Tuve la suerte que agarré ese vuelo inicial. Igual le doy duro a este tema. Viajo caleta, estoy allí metido en el mar. No es fácil por el nicho”, detalla.
“Al principio no me conocía nadie. Agarraba mi propia cámara e iba para los campeonatos del norte. Allí me metía en El Gringo (Arica) o en alguna ola de Iquique y me iba mostrando de a poco. Todo esto con mis propios fondos”, argumenta.
En esos años donde no te conocía nadie y perseveraste, ¿sacabas fotos sólo desde afuera o también dentro del agua?
“De las dos. Yo cuando me compré mi cámara, me compré al tiro mi carcaza. No tenía ni zoom. Empecé con un lente de 50 mm y con un ojo de pez. Después de un par de años logré comprarme un 70/300 mm. Después lo empecé a llevar para Arica. Igual es duro allá. La ola es bien peligrosa sobre todo cuando está heavy y no tienes tabla”.
Ya que estamos conversando sobre una de las olas más peligrosas de Sudamérica como es El Gringo de Arica, hablemos de los peligros. ¿Cuáles son los principales riesgos que implica sacarle fotos a los surfistas dentro de un tubo o capturar la mejor maniobra?
“De partida, lo más peligroso siempre va a ser el mar. Es muy fuerte y hay que conocerlo. A mí me sirvió de gran experiencia los 25 años que me meto en el agua con el body. Eso me ha ayudado a tener cierto conocimiento y poder desenvolverme tranquilo. Pero hay veces que es impredecible. Se forman corrientes. En lugares como en el norte de Chile hay mucha roca. Yo he roto un montón de cámaras e incluso me he pegado yo. He hundido cámaras incluso”.
Y en esas situaciones, ¿te metes con casco?
“Ese día que me pegué, no tenía el casco puesto. Generalmente siempre llevo el casco puesto cuando voy al Norte. Ahora me voy a Hawaii y también lo llevo. Hay veces en que hay muchos surfistas en el agua y aunque tengas el casco puesto, no te ven. Hay veces en que estás apuntando a un surfista que viene corriendo y de repente otro que viene nadando te pega. Hay veces en que estás debajo del agua y está lleno de surfistas. No ves ningún hoyo para salir. Si vas con los ojos cerrados, puedes golpear tu cabeza con las quillas. Las corrientes y el agua que acá es heladísima. Todos esos son algunos riesgos que puedes tener cuando sacas fotos”.
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El Pacifico en Chile puede llegar a 10°C en invierno. Con esa temperatura, ¿te afecta en algo en sacar las fotos?
“Sí, después de harto tiempo en el agua, obvio que te empieza a afectar. Los dedos se te empiezan a entumir. Las habilidades motrices en las manos se atrofian. Cambiar una perilla en la cámara dentro del agua o si tengo que hacer un video, tengo que mover un par de cosas. Allí ya se pone más complicado”.
Hablemos del acto de sacar foto en sí mismo. ¿Cómo organizas tu trabajo o tu año para documentar las postales?
“Yo trabajo mucho con las marejadas. Igual hago otro tipo de fotos. Estuve haciendo mucho outdoor en una época. Hay años en que son mejores que otros. Este año he estado con puras marejadas. Este año pude ir a México. Ahora en dos semanas más, me toca ir a China a sacar fotos para un campeonato. Generalmente me muevo por marejadas o eventos. Por ejemplo, de mayo a junio hay tres eventos en el Norte Grande. Ahí tengo como un mes entero donde me voy de tour para el norte. Antofagasta, Iquique, Arica. Todo ese tramo. En marzo empiezan las primeras marejadas y los bancos están buenos acá en el sur. Yo trabajo mucho con surfistas. Últimamente he estado trabajando harto con Christian Merello. Coordino con él y vamos a pillar la marejada. Vengo acá para Pichilemu o nos vamos un poco más al sur. Hay veces en que la pelota empieza a andar y no estoy nunca en la casa. Este año me pasó que desde septiembre no he parado. Ha estado bien bueno, bien movido”.
¿Y allí te contactas con las marcas o con el deportista? ¿Después vendes las fotos? ¿Cómo es el acuerdo?
“Mira es bien alternativo. Yo trabaja un montón con Maui and Sons. Ahora hicimos un proyecto juntos donde me mandaron a México a Manuel Selman que es el rider principal de ellos. Hicimos fotos y videos. Fue increíble. Puerto Escondido es un lugar donde siempre quise ir y lo había estado pateando harto. Este año tuve una ventana de tiempo en invierno, me compré el pasaje nomás y me fui. Quería ir a hacer fotos y también a hacer bodyboard. Puerto Escondido es re bueno para hacer body. Está pesado para sacar fotos. El surf allá es súper competitivo. Hay mucha gente en el agua y cuando sacas fotos es más pesado aún. No hay tanto fotógrafo pero sí hay harta corriente. Te caen muchas campanas. Adentro del agua nada es fácil. Tienes que alinearte con el surfista, andarlo persiguiendo. Él tiene que preocuparse de que no se vaya muy lejos y todo eso dentro de una ola que está movimiento y revienta en el mismo lugar”.
¿Cuál ha sido hasta el momento el lugar más asombroso y alucinante donde haz sacado fotos?
“Yo creo que a Patagonia. Este año tuve dos veces la oportunidad de ir para allá a hacer dos proyectos distintos (Taitao y OfQi). Estuve en lugares súper inexplorados y es increíble. En OfQi encontramos olas súper buenas. Toda la aventura, el lugar, la vida silvestre y lo inexplorado que está ese lugar es impresionante. Es un lugar donde hay humanos por cientos de kilómetros a la redonda. Es muy loca esa cuestión. De todos los paisajes es uno los lugares más alucinantes que he visto y me inspiran. Hay veces en que no agarro la cámara por semanas. Vivo de la fotografía y entonces hay veces en que la cámara no la saco porque es una pega, ¿cachai?. Patagonia me ha llenado de inspiración”.
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¿Cómo es el tema de los equipos? ¿Estudias bien la locación y con eso eliges el tipo de lente, la cámara o tienes una forma de trabaja ya definida?
“Me demoré harto en llegar a tener todos los equipos que quisiera para todas las situaciones posibles que pueden haber dentro del agua. Uno siempre quiere más. La luz cambia harto y en cada momento. Hay veces que estás fotografiando para un lado con el sol en contra. Te das vuelta y lo tienes detrás de ti. La exposición es totalmente distinta. Obviamente los factores de cambiar los settings en la cámara, los puedes hacer pero no es tan fácil. Son botones que tiene la carcaza que tocan otros botones de la cámara. Tienes los dedos entumidos. Con el correr de los años he sacado algunos trucos que permiten acelerar tu trabajo de acuerdo a qué necesitas en tu cámara para lograr la foto. Al final del día eso es lo que necesitas. Puedes ser un fotógrafo muy técnico afuera pero cuando te metes al agua, la idea es lograr la foto. Ahí entras en el juego de qué ISO le doy o si lo dejo en automático y me preocupo de los otros parámetros”.
¿Y los lentes?
“Los lentes tiene que ver netamente con la ola. Yo llego a la playa y veo qué tipo de ola es. Por ejemplo, en una ola como Punta de Lobos que es una punta larga con hartas secciones; si me meto con un ojo de pez, tengo que poco menos rezar para que el surfista pase por delante de mí. Puede que no pase nunca cerca de mí para poder hacer la foto. Yo en el agua uso un zoom que es un 70-200mm. Eso me permite tener un rango donde si está cerca igual lo pillo y si está lejos mucho mejor. El ojo de pez lo uso cuando la ola está bien tubular y sé que voy a estar muy cerca de la acción. Allí puedo meterme casi dentro del tubo con un ojo de pez o bien puedo usar un 50 mm o un 35 mm y me hecho un poquito más atrás. Entonces, llegas al lugar. Ves cómo están las olas y allí determino qué cosas voy a usar dependiendo de cómo esté la situación”.
¿Qué mensaje le das a todos los nuevos fotógrafos que se están metiendo al agua a hacer fotos deportivas? ¿Qué consejos les darías?
“Que aprendan a nadar bien. Eso es lo primero. Lo segundo podría ser que conozcan bien el mar para que sientan seguros. Que se vayan tranquilos porque esto es de a poco. Todo tiene un proceso de aprendizaje y demora. Me ha tocado ver harta gente que empieza y desmotiva rápidamente. El tema es darle. La cuestión es súper bonita. No tienes que sacarle siempre fotos a los surfistas. Hay otras cosas que pasan en el mar. Hay distintas luces o detalles que la ola. Hay muchas cosas y está super inexplorado. Si les gusta, que le den con todo para adelante. Pueden empezar con una Go Pro que tiene hartas opciones. Puedes hacer fotos y video, que es super bueno igual. Si te gusta la cuestión, vas subiendo y vas probando con otras cámaras. Eso les diría”.
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Una película: Los sospechosos de siempre
Comida favorita: Mango
Lugar soñado de vacaciones: Indonesia
La sesión perfecta: Super surf en Indonesia
Ser feliz o ser leyenda: ¡Feliz po!