por Frederik Sanhueza.

Colo Colo cayó ante Jorge Wiltersmann (BOL) por la cuenta mínima y quedó fuera de todo certamen internacional. El análisis es que Colo Colo pecó de ingenuo y sin ideas durante el gran lapso del partido se enfrentó ante un Jorge Wilstermann que no tenía nada que perder. El aviador no tenía actividad por su campeonato local hace 8 meses. Sí, 8 meses.

Pese a este antecedente, los albos no tuvieron fútbol. Gustavo Quinteros entregó el partido proponiendo osadamente un planteamiento táctico de 5 delanteros, 2 defensas y 3 hombres para el mediocampo. Audaz pero a la vez inentendible.

Colo Colo nuevamente pecó con errores de equipo de segunda categoría con pases intrascendentes y fallos infantiles. Las laterizaciones del juego recurrentes en la década de los 80, ayer abundaron.

Con un anulado Marcos Bolados, el cuadro boliviano plantado en su propio campo dio con la tecla justa para tapar las salidas del Cacique con Suazo, Valencia y Provoste. Claramente falta una idea futbolística donde Gustavo Quinteros no tiene responsabilidad salvo la desesperación de meter 5 delanteros para el partido del millón de dólares que tanto se vaticinaba en la previa.

La responsabilidad es compartida entre jugadores y la dirigencia. Son los jugadores responsables al no lograr encontrar su máxima versión en partidos decisivos. Es culpa de los dirigentes (Blanco y Negro) no haber armado un plantel competitivo y equilibrado en todas sus líneas.

Los albos requieren urgentemente un central más rápido. Necesita imperiosamente un creador de la talla de Jorge Valdivia o bien un volante central que ordene desde atrás la mitad de la cancha para que así jugadores de la talla de Pablo Mouche, Esteban Paredes o Nicolás Blandi puedan generar las jugadas de ataque si ir para atrás.

¿Será el Colo Colo a la europea una solución a mediano plazo para ser competitivos a nivel internacional? La respuesta sólo la tiene el tiempo. Por ahora el camino para que la institución vuelva tener las alas para competir en el certamen libertador está cuesta arriba.