Khabib Nurmagomedov y Conor McGregor protagonizaron lo que se consideró “la noche más importante en la historia de la organización”. Al final, UFC 224 terminó como el evento PPV de mayor venta de la compañía y fue testigo de una pelea campal entre los dos equipos. Reviva el caótico espectáculo que tuvo como protagonista la animada disputa por el cinturón de peso ligero (hasta 70,3 kg).
PD Chile
El recién coronado campeón de peso ligero, Khabib Nurmagomedov se enfrentaría en su primera defensa del título, al nombre comercial más grande en la historia del Ultimate: el irlandés Conor McGregor. The ‘Notorious’ estuvo alejado del deporte durante aproximadamente dos años y, durante ese período, incluso fue despojado de su reinado de peso ligero, que ahora estaba controlado por el ruso.
La semana de la pelea estuvo rodeada de polémica y provocaciones, lógicamente, todo debido a Conor McGregor. El irlandés y su equipo cruzaron la línea al hablar basura, algo que les costaría caro más tarde.
Dentro del octágono, la estrategia de Khabib era clara: evitar los golpes de alto nivel de McGregor y llegar a sus piernas para ejecutar su excelente agarre. Aprovechando la pelea, el ruso tomó la espalda de ‘Notorious’ en el tercer round e hizo rendir al irlandés para el deleite del público presente en el T-Mobile Arena.
Inmediatamente después de acabar con McGregor, Khabib saltó la valla del octágono y se dirigió hacia el equipo del irlandés, iniciando una pelea generalizada. Los miembros de ambos equipos comenzaron a intercambiar golpes en el centro del octágono, y también afuera, y tuvieron que ser contenidos por la policía y la seguridad de T-Mobile.
Tras el escándolo, el presidente de UFC, Dana White, no ocultó su descontento en la conferencia de prensa posterior al espectáculo.
“Cuando vi a Khabib volar a través de la reja, pensé: ‘¡Esto no es posible! Esto no está sucediendo… Se suponía que esta sería la noche más importante en la historia de la UFC, no podría estar más decepcionado”.
La confusión fue tan grande que Dana White no le entregó el cinturón a Khabib en el octágono por temor a que el público arrojara vasos de cerveza al octágono.
Finalmente, el anuncio oficial del ganador lo realizó Bruce Buffer, pero sin ninguno de los dos peleadores presente en el octágono.