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El Capo comió faláfel en La Cisterna

O´higgins de Rancagua se impuso por 3 goles a 2 a Palestino en el Municipal de La Cisterna y ante casi 1500 almas. Los celestes no ganaban en los pastos de la zona sur de Santiago desde el 2011. En tanto, los dirigidos por Germán Cavalieri se quedaron con las manos vacías pese a ir dominando gran parte del encuentro.

Camilo Zavala P.

 

Los Baisanos comenzaron dominando el cotejo con el gol de Julián Fernández  a los 25 minutos del primer tiempo. Desde allí, el dominio árabe fue total. Las asociaciones por el sector izquierdo entre Cesar Cortés y Santiago Lizana le permitieron al cuadro árabe llegar con mucha contundencia al arco celeste.

Durante los primeros 45 minutos, predominó el juego por la banda derecha y en donde Guillermo Soto buscó gravitar para buscar al referente de área, Roberto Gutiérrez. Mientras Darío Melo, quien volvía a la portería, pedía tranquilidad en la salida y en la zaga tricolor; Ramón Fernández era totalmente anulado por Diego Rosende en el medio campo.

Palestino era amo y señor del terreno de juego. Ambos técnicos daban indicaciones a sus volantes buscando transiciones más rápidas. Cavalieri le pedía a Rosende que la pelota rodase rápido en el círculo central. En tanto, Milito le pedía a Albert Acevedo que adelantara las líneas con el fin de achicarle la cancha al conjunto tricolor.

Con el 1-0 para Palestino, el juez Fabián Aracena pitaría el final del primer tiempo. Milito conversaba con su escudero buscando cómo afinar su funcionamiento para el complemento. En tanto, Cavalieri arengaba a sus jugadores.

Ya en el segundo tiempo, la historia sería distinta para los árabes. O´higgins cambió su esquema. De un 4-3-3 pasó a un 3-1-4-2 buscando abrir la cancha y más contundencia en la zona final. Dicha apuesta la resultaría ya quea sólo 10 minutos de iniciado el complemento, Nicolás Mazzola decretaba el empate con un centro a media altura que vino desde los costados. Dicho testazo se originó tras una jugada colectiva en donde seis celestes triangularon el balón.

Mientras los celestes celebraban, los hinchas Baisanos hacían sentir su enojo hacia la dirigencia y el cuerpo técnico. “Ándate Cavalieri, deja de robar”, gritaban algunos. Germán Cavalieri se hacía el desentendido de los gritos y le daba indicaciones a sus volantes.

A los 30 minutos del segundo tiempo, Palestino nuevamente se pone arriba con un tiro libre magistral de Roberto Gutiérrez quien dejaba inmóvil a Miguel Pinto.

Tres minutos después vendría la igualdad celeste. Rosende pierde el balón en el medio terreno y la contra fulminante la inicia Mauricio Cereceda por el sector izquierdo. La pelota es reventada al tiro de esquina. Es allí desde donde sale la paridad para los celestes. Bastián San Juan anotaba el empate transcurridos 74 minutos del partido.

“No sé si será algo preparado o no (lienzos). Hay que tener memoria. Cuando llegamos este equipo estaba totalmente descendido y con un camarín en llamas. La prensa decía que le habían hecho la cama a Córdova. Nunca hubo un mérito al entrenador. Yo estoy tranquilo, sé cómo trabajo y cómo me manejo”, apuntó Germán Cavalieri en torno al lienzo mostrado por Los Baisanos.

O´higgins se estaba transformando en una tromba en La Cisterna. Después del gol hubo dos situaciones de gol salvadas en la línea del arco por un defensa local. La desconcentración y desesperación comenzaba a rondar en Los Baisanos.

La estocada final celeste llegaría cinco minutos después del tanto de San Juan. Una desinteligencia en el medio baisano deja servida la pelota a Ramón Fernández. Los tricolores corren 15 metros hacia su arco y ven como Don Ramón habilita con ventaja a Nicolás Oroz decretando el 3 a 2 final para los celestes.

De esta forma O´higgins de Rancagua volvió a la victoria tras tres fechas y alcanza la sexta posición con 17 puntos. En tanto, Palestino quedó en la décima ubicación y mantiene sus doce unidades.

Reacciones

Un ambiente distendido y lleno de cumbia era el que rondaba en los camarines del estadio Municipal de La Cisterna. Por un lado, los rancagüinos festejaban el triunfo al ritmo de Yerba Brava, mientras que los árabes se retiraban en silencio y German Cavalieri revisaba atentamente el compacto del partido que emitía la transmisión oficial antes de dirigirse a los medios de comunicación.

“El segundo tiempo entendimos mejor el partido, ante un rival y una cancha complicada. Volvimos a hacer lo que habitualmente hacemos: una línea de tres con dos delanteros. Eso junto al cambio mental que tuvimos, nos hizo ganar. Nos vino bien también modificar el sistema y los chicos que ingresaron. Ellos le dieron un aire nuevo al equipo. Creo que pasa por ahí. A pesar de toda la adversidad, se vio un equipo muy fuerte”, apunta Gabriel Milito.

Por otro lado, los medios de la VI región que viajaron a La Cisterna para transmitirle el partido a la hinchada celeste presente en la Ciudad Histórica acusaron a Milito y su cuerpo técnico de que sus dirigidos improvisaron en gran parte del cotejo. Todo esto debido a que O´higgins siempre fue con el marcador abajo.

Bajo este contexto, Milito fue enfático: “Nosotros no improvisamos nada ni probamos cosas nuevas en un partido sin antes haberlo trabajado. El equipo entiende distintas formas de jugar. En el primer tiempo, con la idea de replegarnos un poco más para tener más espacios para atacar, sentíamos que era necesario pero no funcionó”.

“A mí no me interesa el hincha”

En tanto, en el camarín local había un silencio sepulcral. Pese a que Palestino dominó gran parte de los 90 minutos con buen fútbol, transiciones rápidas y jugadas donde participan los 11 jugadores, el equipo no gana.

“Hicimos un muy buen primer tiempo. Nos fuimos al descanso ganando 1 a 0. O´higgins también tiene buenos jugadores y se nos complicó un partido que teníamos controlado. Con el 2-1 no pudimos mantener la ventaja y hay que seguir trabajando”, declaraba German Cavalieri ante la primera pregunta de los periodistas presentes en la zona mixta.

La ilusión de los jugadores y los hinchas en clasificar a copas internacionales se pone cuesta arriba. El término de la primera rueda está a la vuelta de la esquina y Cavalieri sabe que aún tiene muchas cosas por mejorar en sus dirigidos.

“Por momentos sí me gusta como juega Palestino y por momentos no. Me gustaría tener mayor solidez defensiva, poder cerrar los partidos. Sería muy poco objetivo si te dijera que estoy 100% conforme. Aún no mostramos regularidad y no estamos sumando los puntos que tendríamos que tener”, agrega.

“En líneas generales, el equipo por muchos momentos hizo cosas muy buenas. Ahora, perdés porque hay errores. En el segundo de ellos, perdimos mucho la vigilancia del área. Son detalles que en este nivel te cuestan un resultado”, puntualiza buscando razones de la gran derrota.

Sin embargo, uno de los puntos más preocupantes y resaltantes es lo que dijo el estratega argentino al cierre de su alocución. Tras ser consultado por el enojo de sus hinchas, quienes explotaron en insultos al término del partido, Cavalieri salió jugando como cuando atajaba en Sportivo Baradero.

“A mí no me interesa el hincha. No me interesó nunca, ni cuando jugaba. Hay entrenadores que le piden paciencia a los hinchas y aplauden a su hinchada para hacer demagogia. Yo trabajo para los jugadores. A mí no me gusta el humo”, explicó.

Tenga razón o no, Cavalieri debería hablar con prudencia sobre los hinchas, pues con dichos como este, muchos se sentirán irrespetados en su condición de seguidores. Haría bien que se tuviese más en claro que esta industria la sostienen los hinchas y fanáticos de cada club.

¿Diría lo mismo si estuviese dirigiendo a la U, Colo Colo, Racing o San Lorenzo? 

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