El elenco albo no descansó. Luego de su victoria en el Superclásico ante los azules, el Cacique se mentalizó de cara al duelo frente al Timao, válido por la vuelta de los octavos de final en Conmebol Libertadores. Luego, por la fecha 22, cayeron 2-4 ante Everton este fin de semana en el estadio Sausalito.

Frederik Sanhueza

La última semana de agosto en Colo Colo estuvo llena de desafíos con un alto nivel de exigencia para el eterno campeón. En su horizonte aparecía la Universidad de Chile, Corinthians y Everton de Viña del Mar. Dichos encuentros obligaron a Tito y sus colaboradores a buscar estrategias que le permitieran ser competitivos en ambos frentes.

Copa CONMEBOL Libertadores

Los albos albos debían sellar su paso a los cuartos de final del certamen continental en Sao Paulo, Brasil. Luego de conseguir un exiguo triunfo en casa por la cuenta mínima; los pupilos de Tapia saltaban  al Arena do Corinthians con una sola idea en la cabeza: anotar un gol en el arco rival. La tarea no resultó simple, ya que el Timao no se guardó nada y salió con todo para complicar a Colo Colo en mitad del terreno y en defensa con una presión alta, logrando la apertura de cuenta mediante los doce pasos.

Colo Colo despierta posteriormente, teniendo a todo el medio campo como principales artistas creadores de juego y una muralla en el fondo. En el complemento apareció un equipo más compacto. Opazo y Perez abrieron la cancha, lo que sumado a un Mago suelto, permitieron a Lucas Barrios anotar la igualdad tras conectar un centro desde la izquierda empalmado con la cabeza.

En base a un excelente trabajo de administración realizado por Carlos Carmona, Claudio Baeza y los cuatro del fondo (defensas y guardameta), se logró la tarea de aguantar los embates de los brasileños, quedando entre los ocho mejores de América luego de 21 años.

Scotiabank 2018

El torneo local a sido una montaña rusa para el Cacique y esta semana no fue la excepción. Los albos recibieron a su archirival, U.de Chile en el monumental con dos misiones: acercarse a los de arriba y aumentar a 18 años su invicto como local en superclásicos realizados en Macul.

 Aunque no se trató de un partidazo, los once guerreros de Tapia contaron con el dominio del encuentro, eso sí, no había demasiadas llegadas, el elenco blanco sin mucho esfuerzo hizo que la U cayera en su trampa. Pero no fue hasta el segundo tiempo que rompió la paridad, gracias a un error de Mati Rodriguez que derivó en un centro que terminó desatando la locura, tras la aparición de Juan Manuel Insaurralde, quien solo tuvo que empujarla de pecho.

Ahora venían los ruleteros, los que hicieron poner los pies sobre la tierra a un popular envalentonado. La clave del triunfo pasó por anular a los hombres de la mitad y delantera, además de hacer notar la ausencia del Chaco y el Almirante.

A raíz de esto último se explica lo mencionado en un principio, que se traduce en una sexta posición en este torneo, dejándolo con casi nulas opciones de campeonar. Tito Tapia y compañía ya piensan en cómo armar el puzzle pensando que después de fiestas patrias ya se asoma Palmeiras por cuartos de final del certamen libertador.