En un intenso partido, O’higgins de Rancagua y los albos empataron 1-1 en el Estadio Monumental. Orión fue la figura del partido y los dirigidos por Pablo Guede generaron más dudas que aciertos de cara al próximo duelo contra Atlético Nacional.

La antesala

El ambiente previo al partido era optimista. Se preveía un gran encuentro y así lo demostraron los asistentes al Estadio Monumental. Pocos sectores vacíos se veían en el recinto de Macul y la mezcla de tensión y optimismo se hacía notar en los 24447 espectadores que llegaron. Todos querían que Andaur diera el pitazo inicial.

Nuevamente el conjunto local saltó a la cancha con miras al duelo del próximo martes, válido por la Copa Libertadores. Pablo Guede reservó a dos de sus principales figuras e incluyó nuevamente a Insaurralde en la defensa, pero esta vez como líbero acompañado de Zaldivia por derecha y Campos por izquierda.

Más adelante fue Gabriel Suazo quien tuvo su oportunidad para darle descanso al Pajarito Valdés y Nicolás Orrellana partió nuevamente desde el inicio pensando en tener un Paredes completo físicamente para el duelo ante Atlético Nacional.

La visita, guiada por Gabriel Militó, prácticamente repitió la misma oncena que le ganó a Huachipato y sólo hizo un cambio en la defensa, Juan Fuentes en desmedro de Bastián San Juan. Pero los celestes llegaron con toda la intención de hacerse grandes con experimentados jugadores en pastos Monumentales, como Miguel Pinto y Albert Acevedo jugando por Universidad de Chile y Roberto Cereceda y Ramón Fernández jugando por Colo Colo y Universidad de Chile, entre otros.

Ambos equipos formaron con alineaciones e intenciones dentro del campo muy similares. 3-4-1-2 para Colo Colo y 3-1-4-2 para O’higgins. Sin embargo se preveía que los locales serían los que buscarían rápido el primer tanto con el control del balón y que los visitantes esperarían ordenados en sus líneas buenas opciones de contra para batir el arco de Orión.

Los 90′

El encuentro comenzó con un Colo Colo movedizo y lleno de motivación en búsqueda del arco del ex meta de Universidad de Chile. Sin embargo los celestes se mostraron muy sólidos en defensa y, a pesar de un par de situaciones de riesgo, no lograron reflejar sus intenciones. Ni Nicolás Orellana ni Octavio Rivero podían darse vuelta o recibir un pase en profundidad con claras opciones de gol.

A pesar de un par de opciones en cada arco, el encuentro se fue tornando poco a poco más trabado. A pesar de eso Colo Colo pudo romper las líneas de los de Rancagua y Miguel Pinto tuvo que salir de su área a presionar a los jugadores albos. Fue así como a los 18 minutos el meta se ganó la primera amarilla del partido tras una falta sobre Jorge Valdivia, quien poco a poco se fue saliendo del partido y cayendo en los constantes reclamos.

O’higgins apostó a seguir su libreto y mantener el orden dentro de sus líneas y poco a poco se generó más opciones y obligó a que la defensa alba estuviera muy concentrada y a que Agustín Orión empezara a remendar su error del partido pasado.

Tras un error de Valdivia se generó una peligrosa contra para O’higgins, por lo que el mismo 10 del conjunto local tuvo que hacer una falta y así se ganó la tarjeta amarilla y generó una clara opción de tiro libre para los celestes que, sin embargo, se fue desviado.

En el primer tiempo la visita no dejó a Colo Colo estar cómodo en el campo de juego, Octavio Rivero no pudo lograr de buena manera su labor de pivot, Nicolás Orellana no pudo gravitar por derecha, Jorge Valdivia siempre tuvo dos jugadores que no lo dejaron pensar con claridad ni filtrar pases, Carlo Carmona nunca tuvo una clara salida y poco a poco la defensa comenzó a mostrar nerviosismo y dudas en su salida.

Después de los primeros 30 minutos de juego, Milito se dio cuenta de esto y adelantó sus líneas para presionar la salida de la defensa colocolina. Campos ni Zaldivia tenían un pase claro para salir jugando por las bandas, por lo que tenían que arriesgarse con un regate o un pase cruzado.

Fue así como a los 33 minutos los rancagüinos lograron robar nuevamente un balón en la salida colocolina y tras una serie de rebotes, Nicolás Mazzola batió a Agustín Orión que no tuvo nada que hacer.

Pablo Guede y Colo Colo sintieron en golpe, por lo que toda la banca colocolina comenzó el precalentamiento y en especial Esteban Paredes y Jaime Valdés. Los locales tuvieron un par de opciones claras, pero el nerviosismo, ansiedad por encontrar el gol y los constantes reclamos contra el árbitro -nuevamente una amarilla por reclamos, esta vez para Zaldivia- no les dejaron irse en paridad en los primeros 45 minutos.

En el segundo tiempo, desde el primer minuto entraron Esteban Paredes y Jaime Valdés con la idea de poder recuperar el balón, tranquiizar al equipo y tener mayor presencia dentro del área contraria. Sin embargo, O’higgins entró muy concentrado y con la clara idea de cerrar el partido con la desesperación alba, controlar el ritmo de juego y generarse opciones a través de las contras.

Claudio Baeza y Gabriel Suazo fueron  los que dejaron el campo en Colo Colo, por lo que Nicolás Orellana se recostó por la banda izquierda en búsqueda del desequilibrio provocado contra Palestino en esa posición, Jaime Valdés pasó a acompañar a Carmona y Paredes entró en su posición habitual junto a Rivero.

Sin embargo, a pesar de los movimientos y de las ganas con las que entraron ‘Pajarito’ y el ‘Tanque’, Colo Colo no pudo ordenar sus ideas ni hilvanar jugadas de peligro, por lo que Guede se vio sin más opciones y buscó cesar el constante pelotazo de Colo Colo con el desborde de Valdés por izquierda. Minuto 61′, Berrios entró por Orellana y Valdés pasó a aquella banda.

A pesar de las intenciones de Guede, los de Milito se lo impidieron y continuaron con su buen juego, obligándolos a jugar al pelotazo. Pero los celestes apostaron por una peligrosa maniobra, no buscar el segundo gol y empezar a hacer tiempo para cerrarlo con el 1-0.

Desde los 70 minutos Colo Colo se fue con todo hacia el arco de Miguel Pinto y con más insistencias que ideas lograron empatar el marcador. Tras una serie de rebotes la pelota le quedó a Matías Zaldivia en el área, quien sin ponerse nervioso definió con suavidad a la izquierda del arquero rancagüino.

De ahí en más la recta final del partido siguió con la misma tónica, Colo Colo volcado al ataque y O’higgins esperando. Sin embargo fueron los visitantes quienes tuvieron las más claras del partido y que terminaron convirtiendo en la figura del partido a Agustín Orión, quien evitó un par de ocasiones claras que pudieron darle el triunfo a los dirigidos por Gabriel Milito.

Gracias a Orión Colo Colo no perdió el partido

Tras partido

Los de Ohiggins quedaron conformes con este resultado y se mostraron ilusionados por lo que su juego puede lograr en el resto del torneo. En la próxima jornada se medirán de local ante Temuco y esperan repetir su buen rendimiento.

Por otro lado, Colo Colo sumó un nuevo traspié en sus aspiraciones por afinar su juego para el debut en la Copa Libertadores, por lo que la tarea de Guede es sumamente complicada para lograr que los jugadores lleguen en buen ritmo. El duelo copero ante Atlético Nacional será el próximo martes 27 de febrero en el Estadio Monumental.