Colo Colo cayó como local por 2 a 1 ante la Universidad de Concepción dejando a su hinchada con muchas dudas. A continuación, nuestro columnista invitado se refiere al partido. Su desazón es el reflejo de todo el pueblo albo.
Frederik Sanhueza.
El sábado todo iba bien. Hice mis tareas temprano para en la tarde, ver a mi Colo Colo querido. Al término del partido, mi sensación es un poco amarga y triste. No pretendo desmerecer lo meritorio del triunfo de la U de Conce, quienes con diez hombres le ganaron nuevamente a los albos. Esta vez, quisiera referirme a lo mostrado por el cuadro blanco.
Según lo que yo entiendo, un club que dice ser el más grande de este país debe poseer una idea de juego clara, un orden táctico y un plantel con grandes jugadores de calidad técnica y física.
Entonces, yo me pregunto: ¿ De qué sirve tener jugadores de buen pie o tirar toda la carne a la parrilla, si voy a jugar desesperado en busca del gol, pero no tengo claro cómo conseguirlo?.
Si, esa impresión me dejó el cacique el sábado. El equipo sabe lo que tiene que hacer pero no cómo, y jugando a tirar centros a la olla es imposible conseguirlo.
Otra situación que me inquieta es la falta de jerarquía cuando no están en cancha todos los hombres que “se echan el equipo al hombro” como se dice en el folclore futbolístico.
Si no está un Paredes o bien que el Pajarito o El mago anden bajos, este Colo Colo carece de alguien que los reemplace y eso se notó mucho no solo hoy, más bien, bastante tiempo atrás.
El punto es que si los dirigidos por Guede no despiertan a tiempo se pueden quedar sin pan ni pedazo a poco andar en la temporada, esto lo digo pensando en sus próximos desafíos frente a la U en el superclásico el próximo fin de semana e Iberia por Copa Chile a fin de mes. Dos partidos que de tener resultados negativos, no me cabe la menor duda que traerán secuelas.
En circunstancias así es cuando los hinchas rememoran tiempos pasados y de seguro se preguntan ¿ Dónde está Colo Colo?