El argentino Mauricio Pochettino dirige Tottenham Spurs. Cayó en la final UEFA Champions League ante Liverpool F.C. Pese a no quedarse con la gloria europea, el estratega revolucionó el mundo del fútbol con su forma de trabajo en los jugadores y el desarrollo de la táctica dependiendo de las virtudes que tenga el rival y los elementos que tenga disponibles en cancha. De esta forma, su simple filosofía de juego le permite jugar de diversas manera posibles como bien se ve en la Premier League.

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Pochettino nació en Murphy, Santa Fé, Argentina. En ese lugar, aprendió y le inculcaron a romper los paradigmas. Con el correr de los años, esa ruptura la legitimó como un estilo de vida. “Estamos aquí para que el legado que dejemos en los futbolistas no sea solo interpretar el mejor juego, sino que encuentren la paz que, por lo general, en este mundo no existe”, dice el Poch a El País.

Ese esquema de vida ya le ha dado frutos en todos los clubes que ha dirigido (Espanyol, Southampton y Tottenham). Sus jugadores llegan al punto más alto y son cotizados tanto en el mercado de invierno como de verano.

Pochettino se involucra emocionalmente con sus futbolistas. Apuesta al orden y rigor táctico de sus dirigidos. No existen esquemas preestablecidos ni finitos.  “Liverpool es siempre 4-3-3. Poco flexible. El City también. Y si no funciona Mahez, juega Silva; si no es Sterling es Sané; sino es Agüero, es Gabriel Jesús. Buscan en la calidad del individuo la capacidad de vencer al oponente sin buscar el desarrollo táctico para encontrar otras vías de mejora”, explica al medio español.

“Si yo tengo 300 millones para invertir puedo buscar jugadores que sean determinantes de la forma que quiero jugar. Si no tienes esa posibilidad, tendrás que buscar esa flexibilidad en tu juego, el desarrollo táctico, para llegar a ello”, agrega.

¿Tiene flexibilidad el Tottenham? Si bien parte de un esquema fijo, pues hay titulares y suplentes como en todo equipo; en partidos de semifinales y cuartos de UEFA Champions League, el Tottenham mostró toda la versatilidad de su plantilla.

Cuartos de final: Tottenham – Manchester City

En la ida de los cuartos, el trasandino tuvo disponible a todo su equipo titular. Alineó un esquema 4-4-2 en la pizarra. El encuentro fue muy friccionado, con mucha presión y pocas ocasiones claras. Cuando no tenía el balón, Pochettino adelantó líneas y logró entorpecer el juego de posesión de los Pep.

En la vuelta, los Spurs podría haber sido arrollado. En la estadística: el City tuvo 20 ocasiones de gol, 8 remates al arco, 63% de posesión y 593 pases, contra 322 de los Spurs. Para hacerle frente, Pochettino prescindió de Harry Kane, su delantero y Harry Winks, uno de sus volantes. Además, plantó un 4-5-1 con tres mediocampistas en la primera línea y así presionar la salida de los Citizens. Ante esto, Pep dejó de centralizar el juego para atacar por las bandas. Bajo ese argumento, tuvo por las cuerdas al Tottenham.

Para más remate, a Pochettino se le lesionó Sissoko y ante tan pocas alternativas reemplazó a Allí con Fernando Llorente. Con dicha variante, cambió su forma de contraatacar: pasó de transiciones rápidas a balones largos al español.

La jugada fue igual de ineficaz en el trámite y los spurs acabaron jugando 4-5-1 y aguantando ataques. La corpulencia de Llorente permitió el 4-3 y la clasificación.

¿Tenía que jugar como el City para decir que fue “merecido?, lo responde Poch a continuación: “Parece que el técnico que no habla de posesión, de automatismo de salida, de periodización táctica, no tiene conocimientos. Ves al Barcelona y al City y dices: “¡Hostia, el juego posicional!”. Muy bien, pero ese juego tiene éxito cuando tienes ciertos elementos que pueden desarrollarlo”, expuso al medio español.

Semifinales: Tottenham – Ajax

Poch sufriría una nueva ausencia en la ida por acumulación de amarillas, por lo que se vería obligado a cambiar el esquema nuevamente a un 3-5-2. No obstante, los relevos no se hicieron de la forma adecuada y el cuadro holandés lo pasó por encima en el primer tiempo.

El trasandino pudo resolver el problema en el descanso gracias a lo que postula como el “desarrollo táctico”. En otras palabras, el juego y rendimiento de los jugadores le mostraron cómo debía acomodarse en el campo de juego. “Los sistemas son estructuras que te dan un punto de partida que te dan un punto de partida pero no pueden ser estáticos en el desarrollo del juego”, explicaría posteriormente.

En el segundo tiempo, Jan Vertonghen se retiró por lesión y el argentino metió a Sissoko buscando romper líneas con fuerza y paredes cortas. De esta forma, el Tottenham se posicionó en el campo del Ajax y se adueñó del balón. El gol no llegó pese a las ocasiones creadas, pero de ser dominado; Pocchetino pasó a dominar el encuentro.

En la vuelta, lo que ya todos conocemos. Los regresos de Son y de Sissoko provocaron un nuevo cambio en la pizarra del argentino. Con Lucas Moura y Son, quiso combatir movilidad del balón con movilidad de balón, aprendiendo de lo sufrido ante el City.

Pese a esto, Ajax nuevamente le dio un repaso en la primera mitad e incluso lo podría haber sentenciado. A pesar de ir 2-0 abajo, Poch asombró a todos los amantes del fútbol y dio una clase maestra de lectura de juego, interpretando correctamente el “desarrollo táctico” del cotejo. El cambio de Llorente por Wanyama fue crucial, además de osado y valiente.

La clave fue Danny Rose: cuando el balón no pasaba por él, avanzaba hacia la línea de los volantes. Aprovechando su desborde y que no tenía marca comenzó varios ataques. A 10´del final, cuando Pochettino metió a Coco Lamela por Trippier, Sissoko jugó de lateral derecho. De tanto insistir, a pesar de los riesgos que tomó, llegó el 3-2 y el pase a la final.

Tottenham jugará su primera final el sábado gracias a Moura, Son y otros factores. Nada hubiese podido ocurrir sin el “desarrollo táctico” de Pochettino, que no busca títulos sino formar mejores personas, y que no se sonroja por no jugar como exige la modernidad.

“El fútbol ha perdido gente auténtica. Parecemos actores. Aquí vendemos la película de que hay entrenadores que han inventado el fútbol de posesión y no es así. A mi me encanta jugar con el balón. Pero si no tengo las herramientas ni los jugadores técnicos para jugar debo buscar una forma diferente”, remata.