El corresponsal para Chile del magazine Lucarne Opposée, el único medio francófono que cubre la Copa Libertadores y Copa Sudamericana (además de la Liga Chilena), asistió a la recepción del campeón vigente de la Libertadores por parte de Palestino. Aquí nos cuenta sus impresiones acerca de este partido muy importante para ambos equipos y además resalta su visión en torno al fútbol sudamericano.

Gabriel Micolon, corresponsal en Chile para Lucarne Opposée.     

Recibir al campeón vigente de una competición para un equipo familiar como es el Palestino, siempre es un acontecimiento. Aun más cuando se trata del mismísimo River Plate, uno de los más grandes de América. En lo personal, fue un gusto ver jugar al equipo argentino, todo un acontecimiento, ya que de niño me encariñe por este equipo al empezar a interesarme al futbol durante el mundial de 1998, en el que muchas estrellas jugaban, o habían jugado en River Plate.

Pero también, desde un punto de vista de miles de historias para contar que rodean el fútbol, Palestino es una inspiración infinita. Tuve prueba de ello aquella noche en el estadio Monumental David Arellano de Macuk

 Las previas de los partidos del Palestino, aun más en Libertadores porque les da mas visibilidad en el mundo, son súper interesantes. Además de los saludos al pueblo Palestino en medio oriente, citando los principales territorios, ciudades e incluso campos de refugiados, se puede escuchar música en árabe, e incluso una versión en el mismo idioma de la famosísima canción “Despacito”.

Pero esa noche, al ser posiblemente una de las últimas citas en Libertadores este año, y al recibir el campeón vigente, el Palestino logro dos proezas que a mí me impactaron, e incluso me emocionaron. La primera fue la recepción, tanto de manera presencial como virtual, de un centenar de hinchas directamente de Palestina.

Es decir, que poniendo unas veinte pantallas en la galería del estadio Monumental, esos hinchas pudieron asistir en vivo al partido. Me parece ser una primicia mundial sin precedentes. De eso se trata el futbol. Y la segunda sorpresa de la noche fue la bandera gigante que lograron desplegar “Los Baisanos”. Impresionante también.

Ahora en cuanto al partido en sí mismo, vimos la superioridad clara del equipo argentino aunque no se vio en los primeros 20 minutos del partido. Incluso sorprendió por su fragilidad defensiva. Pareciera que lo hizo a propósito a la manera de un jugador a ajedrez, dejando esperanza al rival para después arrinconarlo de a poquito.

El Tino empezó bien, aprovechó estos pequeños espacios dejados en un principio, pero como nos acostumbraron un poco a lo largo de esta fase de grupos no fueron muy contundentes y muy poco acertados al momento de rematar a la portería. Pero River, lógicamente abrió la marca, por el experimentado Pinola

En el segundo tiempo, el nerviosismo se vio reflejado en la defensa del cuadro árabe, sobre todo por su arquero, Nacho González, culpable de saques no muy precisos. Al final fue el qu regaló el segundo gol de River, al devolver en sus pies una pelota al argentino Nacho Fernández quien no perdono, marcando ese gol que dejo claro el triunfo riverplatense.

En sala de prensa, se notaba la emoción de la prensa de recibir al querido Marcelo Gallardo. Tantas preguntas y muestras de cariño que lo mostraron los periodistas que no logre hacerle una pregunta sobre su futuro, cuyos rumores lo envían del lado de la liga francesa. Tampoco logré que Ivo Basay me conteste a una pregunta sobre la proeza del club al permitir la presencia de hinchas desde Palestina. Más bien logre que contestara a una pregunta que no hice. Ojala no haga lo mismo con su plantel, sino es explicaría muchas cosas

Así fue como viví el último partido de Palestino en casa para esta Libertadores 2019.