Hace tres años que Nicolo Guarrera decidió salir desde la comodidad de su casa en Malo, Italia, buscando construir una historia interesante que contar de su vida. El viajero se propuso recorrer el mundo a pie y hoy lleva más de 15 mil kilómetros transitados desde el 2020, con 10 países a cuesta.

PD Chile

“Siempre me pregunté, ¿si mi vida fuese una obra de arte, iría a verla?. Probablemente, en esa etapa de mi existencia, la respuesta haya sido no, porque no tenía una historia interesante que contar, así que decidí dar un paseo largo para encontrar eso que me faltaba”, indica Nicolo.

Para tomar esta decisión, el italiano combinó sus pasiones por viajar, caminar y explorar lentamente diferentes lugares. Después de la primera ola de Covid, Nicolo partió solo a su travesía.

“El tipo de viaje es muy lento y desafiante, pero me siento acompañado por Ezio, mi coche de 30 kilos, donde llevo todo lo necesario para poder cumplir mi propia meta de dar la vuelta al mundo caminando”, explicó.

Preparándose el viaje de 360º

Durante dos años, Nicolo se organizó para empezar su aventura. Ahorró dinero y estudió las diferentes situaciones políticas, sociales, geográficas y climáticas de los países que planeaba visitar.

“A medida que estudiaba, iba armando una ruta que cruzara pueblos donde pudiese reabastecerme y que, aparte, tuviese lugares que merecen quedarme más tiempo. Intento seguir el mapa, pero es inevitable modificarlo a medida que voy descubriendo lugares increíbles para mi. Por ejemplo, toda la parte del sur de Chile no estaba planificada, pero decidí quedarme un año más en América Latina y fue lo más hermoso que me pudo haber pasado”, agregó.

Chile: el corazón de su aventura

La meta del viajero es llegar de vuelta al norte de Italia. Si bien tiene pensado seguir caminando aproximadamente dos años y medio más, lo que corresponde a otros 15 mil kilómetros, anuncia que su futuro es incierto.

“Estimo ese tiempo, pero no es algo certero. Ir a la Patagonia no estaba planificado y me retrasó un año, así que nunca se sabe cuándo llegaré de vuelta a mi casa”, recalca

Durante su viaje por Chile, Nicolo se puso en contacto directamente con una marca chilena inspirada en la montaña, Lippi Outdoor, buscando apoyo con implementos que puedan acompañar su travesía.

El relato y desafiante periplo motivó a los chilenos quienes lo equiparon con 6 pares de zapatos ideales para la cordillera y sus características impredecibles, cambiantes y extremas.

“Gracias a esta donación pude recorrer toda la franja chilena, incluso llegando hasta Ushuaia, el último lugar del mundo. Ahora camino y sigo sumando kilómetros en Australia y su gran desierto arenoso”, finalizó el italiano.