Fernando Alonso, el legendario piloto asturiano (ESP), reveló los intrincados secretos detrás de su sorprendente éxito a los 42 años, evidenciando una dualidad única que lo distingue en la pista de carreras.
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En una entrevista exclusiva al diario español Sport y replicada por la web de su equipo, Aston Martin, Alonso destaca cómo ha sabido capitalizar sus años de experiencia para mantener un rendimiento deportivo excepcional a pesar de su edad.
Con ocho podios esta temporada y un impresionante cuarto puesto en el Mundial de pilotos, Alonso se consolida como el piloto más veterano en la actual parrilla de Fórmula 1, desafiando las expectativas con su longevidad y éxito sostenido. El secreto tras su consistencia parece residir en su habilidad para sincronizar su enfoque y energía en momentos clave.
En conversación con el medio digital catalán, reveló que su semana se divide en dos facetas contrastantes: “Vivimos una vida muy diferente de lunes a jueves y luego de jueves a domingo. Es como si hubiera una persona completamente diferente dentro de tu cuerpo y mente. Puedo relajarme y ser como un hombre normal de 42 años al comienzo de la semana y luego, de jueves a domingo, ser un piloto totalmente concentrado”, describe Alonso sobre su peculiar cambio de mentalidad.
Esta capacidad de alternar entre la relajación y la máxima concentración se ha convertido en un pilar fundamental para su desempeño. Alonso confiesa que su pasión por la velocidad alcanza su cúspide cuando siente que la victoria está a su alcance.
Además, resalta la importancia de centrarse en los detalles y de mantener una intensidad selectiva: “Te centras más en algunos detalles. Intentas asegurarte de que todo esté absolutamente perfecto ciertos fines de semana, porque hueles esa oportunidad, sabes que existe la posibilidad de hacer algo extra”.
Sin embargo, Alonso reconoce la imposibilidad de mantener un nivel tan elevado de intensidad de manera constante: “El nivel de intensidad es imposible de mantener por más de unos pocos días. Simplemente acabará destruyendo tu energía”. Este equilibrio entre entrega total y administración inteligente de energía se ha convertido en un arte que el asturiano ha perfeccionado a lo largo de los años.
El Gran Premio de Mónaco se convirtió en un escenario emblemático donde Alonso mostró su máximo potencial.
“Allí, en Mónaco, quizás di un poco más, pero no se puede hacer eso todo el tiempo”, admite. La Fórmula 1, un entorno intenso y demandante, exige una gestión meticulosa de compromisos tanto dentro como fuera de la pista. La experiencia acumulada ha permitido a Alonso discernir lo que es crucial y lo que es secundario en su enfoque, permitiéndole mantenerse en la cima de su juego.
Con la mira puesta en el futuro, Alonso planea continuar desafiando las expectativas y seguir compitiendo al más alto nivel durante al menos dos temporadas más en la Fórmula 1.
Su habilidad para alternar entre la relajación y la intensidad, combinada con su incansable pasión por la competición, lo posiciona como un referente indiscutible en el mundo del automovilismo, demostrando que la edad es solo un número frente a la determinación y la estrategia bien ejecutada.