La ventana internacional de julio además de estar marcada por las 2 victorias y la derrota ante Escocia, también trajo un condimento especial. El último partido de José Ignacio Larenas como jugador de Los Cóndores. Conoce a continuación más sobre el jugador que dejó una marca indeleble e imborrable en el Rugby Chileno para las próximas generaciones.
PD Chile
El pasado 20 de julio, Chile se enfrentó a Escocia en el mítico Estadio Nacional, un reducto que también ha sido testigo y escenario de grandes gestas deportivas. Allí por ejemplo, el mundo entero vio la realización del mundial de fútbol de 1962, vio coronar a Martina Weil como campeona panamericana en los 400 metros planos el año pasado en Santiago 2023. Esos mismos pastos vieron a la magnífica Universidad de Chile comandada por el argentino Jorge Sampaoli ganarlo todo.
Con ese contexto, es tiempo que viajemos al pasado. Precisamente a las 15.10 de aquel sábado 20 de julio. En el camarín de Los Cóndores, José Ignacio Larenas ya está vestido con la indumentaria oficial de Chile Rugby para recibir el primer homenaje antes del Kick Off. Debajo de sus medias azules, viste un obsequio muy particular recibido en el Captain run. “Lance” saldrá a la cancha del coliseo Ñuñoa con las medias de su amado Romántico Viajero.
“Es increíble estar acá. Muchas veces jugábamos por la UC en el Top 8 y después me venía corriendo a ver los partidos de la U. En esa tribuna vi como le dimos vuelta el partido a la UC con Sampaoli. Cuando llegaron celebrando con cotillón”, describe entre risas Larenas en un punto de prensa pautado en el marco del Captain Run realizado 1 día antes del encuentro ante los cardos.
A los 34 años, José Ignacio Larenas, conocido cariñosamente como “Lance” entre sus cercanos, decidió poner fin a su paso por Cóndores. Ante Escocia, concluyó una carrera brillante que lo vio vestir la camiseta de los Cóndores desde 2007.
Sólo por nombrar algunos números, Larenas cierra su carrera deportiva representando a Chile con más de 50 caps para el equipo nacional y 46 para la franquicia profesional, Selknam Rugby.
También, Larenas se erige como uno de los jugadores más experimentados y respetados del rugby chileno por su gran capacidad de liderazgo dentro del camarín y su ascendencia a los jugadores más jóvenes quienes dibujan a Larenas como un líder innato. Un liderazgo construido gracias a su gran fortaleza mental y emocional.

“El Jose tuvo una pérdida importante en su etapa como jugador. Su madre falleció de cáncer y ella era su fan número 1. Siempre acompañaba a él y a su hermano a Juan Pablo a los partidos de la UC. Cuando ella fallece, ocurre un vacío muy fuerte. Del cual le costó recuperarse y ahí se refugió en el rugby con su club”, cuenta un ex dirigente ligado a la rama de rugby del club deportivo Universidad Católica.
Mireya, su madre, padeció un cáncer muy agresivo que le costó la vida. Seguir adelante sin ella, fue un durísimo gran golpe para la familia Larenas Hitschfeld.
Fue en ese entonces cuando apareció un gran personaje en el mundo de esta familia. Se trata de Gustavo Silva, histórico manager de la rama de rugby del Club Deportivo Universidad Católica.
Por respeto a la familia, no nos referiremos en detalle en torno a la enfermedad y muerte de Mireya Hitschfeld. Además, no es el objetivo de esta nota. Sí es importante resaltar que este hecho forjó el carácter de José Ignacio Larenas para afrontar los múltiples desafíos deportivos y profesionales que se le vendrían, los cuales encaró con esa gran capacidad de liderazgo que llevaba desde pequeño; como bien lo señala Silva a continuación.
Así describe las capacidades de liderazgo Gustavo Silva, ex manager de Rugby UC
Gustavo Silva es otro hincha más del Cóndor de la experiencia: José Ignacio Larenas
“No me queda más que agradecer”
Imágenes del mundial de Francia 2023 retratadas bajo el lente del fotógrafo Víctor Hugo Montalva
Un Líder en tiempos difíciles
Los años crudos del rugby chileno estuvieron marcados por el amateurismo y las deudas. En ese contexto, ser jugador profesional de rugby era casi utópico, como bien lo señala Pablo Werth, director del medio digital Rugbiers.
Rugbiers es uno de los medios que cubre habitualmente el deporte ovalado hace 21 años. Werth y su equipo periodístico, han sido testigos de las buenas y malas de este deporte. Informando transversalmente sobre los logros, fracasos, quiebras y mucho más.
Pablo Werth, voz autorizada para hablar sobre rugby, no escatima en elogios al hablar de la carrera deportiva de Larenas. Según Werth, aunque la salida de Lance no afectará drásticamente el nivel competitivo de los Cóndores debido al talento emergente, su influencia en el manejo del camarín y su papel como mentor para los jugadores jóvenes será difícil de reemplazar.
“El Jose es un jugador que tiene mucha ascendencia e injerencia en aquellos jóvenes”, señala Werth, destacando la capacidad de Larenas para guiar y motivar a sus compañeros en los momentos más complicados.
La carrera de Larenas no ha sido fácil. “Fue uno de los pocos jugadores que se mantuvo firme durante los periodos de crisis dirigencial, liderando al equipo en la dolorosa derrota ante Brasil por 72 a 0. Su persistencia y carácter fuerte fueron cruciales para mantener la cohesión del equipo en tiempos adversos”, detalla.
Un legado de esfuerzo y dedicación
Al ser preguntado por el gran adn o elemento diferenciador que distingue a José Ignacio Larenas de otros jugadores, el director Rugbiers es enfático: “Lo que distingue a Larenas de muchos otros jugadores es su formación en un entorno predominantemente amateur”, puntualiza.
Larenas es uno de los últimos representantes de una generación que se formó más por el esfuerzo personal que por un sistema de alto rendimiento.
“Esta generación, que incluye nombres como Nacho Silva y Pablo Huete, tuvo que luchar contra las adversidades sin el apoyo estructural que los jugadores actuales disfrutan. Ese para mí es uno de los principales legados que deja, el cual es que se podía llegar lejos pese a no tener las condiciones ideales de trabajo”, complementa Werth
Impacto y reconocimientos
A lo largo de su carrera, Larenas ha acumulado numerosos récords. Tiene cuatro participaciones en mundiales (tres juveniles y uno adulto) y más de 50 caps, Además se ha consolidado como el try man de los Cóndores. Todos estos logros puede que probablemente sean superados por la nueva generación, han dejado una huella imborrable en el rugby chileno.
Werth considera que la salida de Larenas marca un antes y un después para los Cóndores. Su carrera, iniciada en un ambiente totalmente amateur, ha sido testigo del desarrollo del alto rendimiento en Chile.
Este cambio, según Werth, es un salto generacional significativo, impulsado por sistemas como el implementado por Pablo Lemoine, que ha profesionalizado el rugby chileno y ha desarrollado jugadores desde temprana edad.
Desafíos y futuro del Rugby Chileno
A pesar del progreso vivido en carne propia por Larenas, Werth expresa ciertas preocupaciones sobre el futuro del rugby de alto rendimiento en Chile. La sostenibilidad del sistema implantado por Pablo Lemoine y la falta de capacitación de entrenadores o árbitros son áreas que necesitan atención urgente.
“No hay un trabajo de capacitación de entrenadores fuerte para poder llevarlo a los clubes, especialmente en los menores”, señala subrayando la importancia de desarrollar tanto el referato como la dirección técnica para asegurar un crecimiento continuo del rugby chileno.
José Ignacio Larenas se retira, pero su legado perdura. Su carrera es un testimonio de dedicación, esfuerzo y pasión, y su influencia continuará inspirando a las futuras generaciones de rugbistas chilenos.
“La figura del Jose sirve para que todos los chicos que hay ahora, entiendan que no es fácil estar allá arriba y que hubo un camino muy largo antes de llegar al mundial”, finaliza Pablo Werth.
Por lo pronto, Larenas evidenció a este medio que seguirá conectado al rugby. No descarta seguir compitiendo en el torneo local con su querida UC. Mientras eso se aclara, por estos momentos disfruta de un merecido descanso junto a su amada ‘Blanquita’