El Bayern Munich se coronó campeón de la UEFA CHAMPIONS LEAGUE tras vencer por la cuenta mínima al París Saint Germain. Los bávaros hicieron una campaña perfecta ganando los 11 partidos que disputaron y de paso sumaron su sexta orejona.

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Ni los petrodólares pudieron frenar a la máquina alemana marcada por su ritmo arrollador, dinámica a un toque y sobre todo contundencia. Reflejo de ellos es la paliza que le dio al Barcelona de Lionel Messi y compañía (8-2). ¿Cuáles son las claves que determinaron esta nueva corona alemana? Te la contamos a continuación.

El cuadro dirigido por Hans-Dieter Flick es el nuevo campeón de la UEFA Champions League tras ganarle al Paris Saint Germain por 1-0 con gol de Coman a los 53 minutos del segundo tiempo.

Más allá de que el torneo alemán fue el primero en finalizar la temporada; existen múltiples conjeturas que pueden existir para comprobar que el nuevo campeón de Europa no se alzó con el trofeo por casualidad.  Los 9 títulos consecutivos en la Bundes Liga son el fiel reflejo de ser el equipo más arrollador de Europa.

Para comprobar lo mencionado; te presentamos 5 claves importantes que dibujan en gran momento futbolístico del conjunto teutón.

Gran capacidad física

El cuerpo técnico liderado profesor Flick, destaca la presencia del máximo goleador de la selección alemana, como es Miroslav Klose. A él se suma el preparador físico Holger Broich quien es el gran responsable de la intensidad de juego y ritmo de los partidos.

El nuevo campeón de Europa jugó 4 partidos en dos semanas. Todos ellos a una intensidad poco antes vista, ya que el conjunto germano jugaba a un toque en su campo y al momento de pasar la mitad cancha, metía sexta.

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Dicho despliegue físico lo sufrió nada menos que el Barcelona. Aquel equipo que Arturo Vidal tildaba como “el mejor equipo del mundo”; sucumbió ante la intensidad física de Thiago Álcantara y su banda.

Solidez defensiva

Tanto Suarez como Messi en cuartos como Di María, Neymar y Mbappé en la final; fueron controlados por la defensa conjunta del equipo alemán. Los bávaros aplicaron un método en bloque para arrinconar a jugadores explosivos como Neymar o Messi.

Esta estrategia demuestra la gran disciplina táctica de los 11 en campo. Por ejemplo, Robert Lewadowski y todos los de arriba achicaban las líneas como si fuese una verdadera jaula metiendo a Neymar Jr y compañía en un laberinto sin salida por los 90 minutos.

Pese a que el PSG tuvo su dominio entre el minuto 15 y 30 durante la primera facción, el Bayern no enloqueció ni cambió de estrategia. Esperaron los embates de los parisinos para salir con pelotazos largos direccionados a Robert Lewandoski, quien pivoteaba en los extremos de la cancha. Los bávaros siguieron su libreto de dinámica a un toque y sólo ocuparon el recurso del pelotazo cuando los delanteros arrastraban las marcas hacia los costados.

Este movimiento es destacable porque viene desde dos pilares defensivos como fueron David Alaba y Niklas Sule. Como ingrediente aparte, la actuación Nuer, tapando tres ocasiones clarísimas de los franceses arriesgando incluso la fractura como en la pelota que le saca a Mbappé casi al final.

Dinámica de juego

La pandemia COVID-19 ha estado marcado por la merma física de algunos equipos europeos. No obstante, los equipos alemanes fueron los primeros en retomar la actividad. El Bayern fue el equipo que menos lesionados tuvo de todos los cuadros alemanes y eso se debe principalmente a la gran dinámica de los 11 en cancha.

Con máximos dos toques de balón; los elementos bávaros recorren menos metros y esto hace que estén menos propensos a sufrir desgarros producto de los cambios de velocidad. Sólo aplican la aceleración cuando deben entran en fase ofensiva y deben finalizar la jugada.

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Otro punto importante es que el estilo de juego no cambia pese a los actores. El 4-3-2-1 muy pocas veces cambia en las distintas fases del juego. Esto sin duda alguna, marca un precedente ya que Hans-Dieter Flick mantiene la pizarra pero altera los elementos dependiendo de las fortalezas y/o debilidades del rival.

El estilo bávaro es el reflejo del gran cambio de paradigma que vive el fútbol actual donde cada vez se toma menos en cuenta la posesión del balón y el juego armónico; priorizando la contundencia y vertiginosidad del balón. Ya sea por el medio, por las bandas o desde atrás con balones largos a espaldas de los defensas rivales.

Cada jugador cumplió con su función. Qué zona atacar y qué zona presionar.

Trabajo en equipo

En los últimos partidos del Bayern, vimos una verdadera colaboración por líneas. El clásico dicho “todos atacan y todos defienden” se cumplió a cabalidad.

La presión del equipo escalonada y las voces de mando como Thiago Álcantara o Thomas Muller fueron importantes para lograr una cohesión en pos del resultado considerando la última final de la Champions League se jugó sin público.

Tanto los jugadores en cancha como los de la banca se vistieron de técnico persiguiendo la ambición de levantar la sexta corona europea.

Individualidades

Si hablamos de trabajo en equipo, no podemos dejar de hablar de las individualidades. A pesar de que el Bayern priorizaba el trabajo en equipo; figuras como Robert Lewandoski, Thomas Muller, Kinsley Coman, Thiago Álcantara o Benjamín Pavard resultaron claves para neutralizar a jugadores como Neymar, Vidal, Messi o Mbappé.

Por último destacar el gran momento goleador por el que pasa Lewandowski, quien cerró el certamen europeo como goleador con 15 dianas y está sólo dos goles de igualar el récord de Cristiano Récord.

La frutilla del postre para el polaco quien también terminó como goleador de la BundesLiga y de la copa Alemana, rompiendo el “mito” de la edad para los delanteros.