Sin duda el tema de la semana será el fútbol. La selección chilena del deporte rey cayó por 3-0 ante Paraguay de local y por la cuenta mínima ante Bolivia de visitante. 0 puntos en esta doble fecha eliminatoria y pocas chances reales de alcanzar el sueño mundialista ruso. Pero, ¿A qué debe este bajón mental y futbolístico? Te lo tratamos de explicar a continuación.
PD Chile
La historia comienza así: A dos días del primer choque eliminatorio ante Paraguay, Alexis Sánchez le comunicaba a sus más cercanos y a todo el plantel nacional que su ansiado traspaso al Manchester City de Joseph Guardiola se hacía realidad.
Minutos antes de salir a la cancha del Monumental, aquella transacción se cayó. El Arsenal de Arsene Wenger no logró acuerdo y el Niño Maravilla veía como se esfumaba la posibilidad de ser dirigido por uno de los entrenadores que lo marcó.
Luego, la historia que ya todos sabemos. Chile cae por goleada ante los guaraníes y cinco días después no encuentra puerto en La Paz ante Bolivia, siendo derrotado por primera vez tras 17 años.
¿Cómo se analiza todo este contexto bajo la psicología deportiva? Lo cuenta la psicóloga y experta en comportamiento humano, Guillermina Guzmán. La especialista tiene una maestría de esta corriente en la Universidad de Barcelona, por ende, es voz autorizada para referirse al débil momento mental por el que pasa el Equipo de Todos.
“Sin duda, hay un afán de marcar notoriedad y de hacerse visible para exaltar el ego”, expone Guzmán refiriéndose a la constante aparición de los referentes dando explicaciones en redes sociales.
“Los grandes triunfos jactan a este grupo que pueden decir y hacer lo que quieran, perdiendo totalmente el sentido de equipo”, agrega.
Lo expuesto por Guzmán es correcto. El afán de Alexis Sánchez por querer estar en todas las jugadas y definirlas él mismo evidencia en el jugador un problema de personalidad que trastoca el comportamiento del resto de los jugadores chilenos.
“Si bien es cierto, todo ser humano se va cimentando de acuerdo con los logros que va obteniendo, adquiriendo fuerza y seguridad. Indudablemente, eso exalta el ego y cuando el ego se sobrepone en lo que es un equipo deportivo, empieza a haber una notoriedad exacerbada que sin duda, le hace mal al equipo”, complementa.
Según la especialista, estos golpes al ego ganador de nuestro Equipo de Todos han alterado la identidad de quiénes son realmente los jugadores.
“Nuestra idiosincrasia chilena al tener logros, pierde la noción de quiénes somos. Nos elevamos demasiados y nos olvidamos que nuestras metas, se construyen día a día. Lograr el éxito, es un trabajo de largo aliento y perderlo, cuesta muy poco. Aquí juega mucho la falta de madurez y la alta exacerbación que nosotros como población y los mismos medios le hemos puesto a estas figuras”, expone.
“Aquí se ha perdido la dimensión de un trabajo en equipo, que es un trabajo colaborativo. Un trabajo donde los logros de uno significan logros para todos y los fracasos de unos, afectan indirectamente a todo el equipo”, argumenta refiriéndose al frustrado traspaso del Niño Maravilla.
¿Cómo se sale de esto?
Afortunadamente hay soluciones a este panorama adverso desde el punto de vista mental. ¿Cómo lograrían los dirigidos de Juan Antonio Pizzi afrontar de la mejor manera las dos fechas eliminatorias en octubre próximo? Lo responde Guillermina Guzmán a continuación.
“Lo primero es no dar por sentado o por cierto situaciones que no se concreten. La mente puede volar muchísimo y en eso se crean falsas expectativas. Los pasos hay que darlos uno por uno. Hay un dicho que dice: “los chinches se matan de a uno”. En este caso, también tiene que ser así. Los logros cuestan hacerlos y materializarlos. Perderlos es cuestión de segundos. Una gestión mal hecha y afecta a todo”, argumenta Guzmán.
“Aquí lo que hay que hacer es un trabajo fuerte en la disciplina personal, en términos del ejercicio de la voluntad. Esto quiere decir, que yo no estoy sólo, sino que soy parte de un equipo. Y lo que haga, beneficia o desbeneficia al equipo completo. En eso, el trabajo tiene que ser volver a la calma. Volver a ver cómo se ha ido haciendo el trabajo paulatino para poder lograr los grandes triunfos de esta selección”, agrega.
¿Esto significaría entonces que el cuerpo técnico debe trabajar en silencio e incluso no hablar con más con la prensa deportiva hasta después de los dos choques trascendentales?
“Exacto. Es una buena técnica la de recogerse. En la antigüedad, los ejércitos antes de tener una gran batalla, se recogían para poder hacer la sinergia necesaria para encontrar la fortaleza en todo su conjunto. Tal vez, sea bueno bajar un poco las revoluciones en términos de no exacerbar porque la sobreexposición exacerba el ego y allí la gente pierde la dimensión de sus pies en la tierra: qué es lo quiero lograr, hacia dónde quiero ir o cómo lo vamos a hacer”, responde Guzmán.
¿Podrá Macanudo bajarle el ego a la Generación Dorada? ¿Habrá silencio stampa de los referentes? Son preguntas que resolveremos en los próximos meses.