Las largas jornadas laborales en Chile hacen que las personas que tienen trabajos de oficina pasen demasiado tiempo sentados frente a un escritorio, lo que trae consecuencias perjudiciales en materia de salud.

PD Chile

El sedentarismo es una realidad preocupante para los chilenos. Según datos entregados por el Ministerio de Salud, esta problemática afecta en la actualidad a más de 86,7% de los ciudadanos del país. Varias pueden ser las causas de esto, pero lo que sí es claro es que las extensas horas en la oficina nos están pasando la cuenta.

En Australia se realizó un estudio a más de 63 mil personas, el cual mostró que existe una relación entre la gran cantidad de tiempo sentados con diabetes y enfermedades crónicas.

Quienes registraron entre seis a ocho o más horas de permanencia sentados reportaron mayor prevalencia de diabetes que aquellos que estuvieron sentados por menos de cuatro horas al día. Además, esta mayor tasa de diabetes se presentó independientemente del nivel de actividad física de los sujetos, es decir, ni el realizar ejercicio es capaz de revertirlo.

Pasar más de ocho horas sentados puede provocar diversas afecciones a la salud, como lo son las enfermedades al corazón, estitiquez, insulina alta y riesgo de cáncer.

“Con este estilo de vida también deriva en una mala circulación de piernas, pérdida de musculatura o un daño en la columna y cervicales, lo que se traduce en dolores y malestares”, afirma Josefina Jorquera, nutricionista y directora de operaciones del centro de nutrición y entrenamiento, Nutrifittraining.

Para evitar pasar demasiadas horas sentados en nuestras oficinas, Jorquera recomienda tomarse breves pausas cada cierto tiempo. “Podemos partir con pausas de trabajo cada una o dos horas en la cual nos paramos, caminamos o estiramos”, explica.

Según la nutricionista, aunque nos sea muy difícil despegarnos del trabajo, es importante ponernos de pie y movernos un poco. “El sedentarismo es algo muy difícil de combatir cuando se tienen jornadas laborales tan extensas, por lo que se deben buscar soluciones que se adapten a estos ritmos de vida. Estirarse y caminar un par de minutos es un buen comienzo para cambiar una pequeña parte de nuestros hábitos”, comenta Jorquera.