El último domingo, el waterpolo chileno logró dar unos pasos necesarios para ser competitivos en el continente. La selección femenina alcanzó el sexto lugar del certamen, mientras los varones lograron el quinto lugar.
Luis Enrique del Castillo Ruiz (Desde Trujillo, Perú)
Desde 1963 que Chile no ocupa el podio en esta disciplina en un torneo sudamericano. En los últimos campeonatos, el waterpolo chileno ha sido un habitual inquilino de los últimos lugares, pero las selecciones que llegaron al Sudamericano de Natación Trujillo 2018 hacen crecer la esperanza de que los buenos vientos pronto soplarán hacia el sur.
“Jugar más partidos y ante selecciones fuertes siempre es importante. Este torneo fue una oportunidad perfecta para que los más jóvenes vean dónde están ellos en este momento y cómo está el waterpolo de un nivel más alto de competencia“, dijo Sloboban Soro, portero de Brasil y campeón sudamericano, nacido en Serbia, y con tres Juegos Olímpicos a la espalda.
Sus palabras, un resumen de su sentir en el Sudamericano Absoluto Trujillo 2013, pueden servir como guía de lo que necesita el waterpolo chileno para acortar distancias con los gigantes del continente.
Proyecto a largo plazo
La selección femenina, dirigida por Pablo Bascuñán, jugó cinco partidos en el campeonato. Sus rivales fueron Perú, Paraguay, Venezuela, Uruguay y Colombia. Anotó 43 goles y encajó 47.
Javiera Velásquez (21), Valentina Torres (18), Ghislaine Toro (21), Sofía Salgado (24), Constanza Beltrán (14), Nathalie Beros (26), María Fernanda Gómez (22), Belén Gómez (25), Kiara Henríquez (18), Maureen Jiménez (25), Eva Quiñones (16), Fiorella Ravizza (17) y Valentina Roa (15) fueron las seleccionadas que representaron a Chile en Trujillo.