Michael Schumacher comparte el cetro de los deportistas más laureados del mundo con sus siete campeonatos del mundo; dos con la escudería Benetton (1994 y 1995) y cinco en Ferrari (2000 – 2004). Con este logro, superó los cinco campeonatos logrados por el argentino Juan Manuel Fangio. Además, pudo competirle a dos severas lesiones durante su carrera: Una fractura de pierna en 1999 en el circuito de Silvertone y una lesión del cuello y la columna vertebral mientras manejaba una moto en el 2009. “He nacido para competir”, diría cuando todos lo daban por muerto.
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Sus inicios
El primer coqueteo entre la velocidad y Michael Schumacher sería a los cuatro años de edad.
Su padre, Rolf, lo motivó a conducir un kart con un cilindro a pedales en la pequeña pista de Kerpen, lugar donde trabajaba. Sería en esa pequeña especialidad donde comenzarían sus primeras pasadas por los pianos.
A los 16 años ya sería campeón junior.
Dos años más tarde sería campeón alemán y Europeo.
Era 1987 y el momento de buscar nuevos rumbos para seguir adquiriendo experiencia.

Sería campeón en la Formula Konig y sexto en la Fórmula Ford Alemana, ambas categorías de promoción.
1990 sería un año lleno de estrellas para este naciente crack.
Sería campeón en la Formula 3 Alemana y se llevaría la bandera a cuadros en el Gran Premio de Macao en la Formula 3 Internacional.
También participaría en algunas fechas del Campeonato Mundial de Resistencia. Allí correría por la escudería de Sauber-Mercedez consiguiendo una victoria en México, dos segundos puestos en Nurburgring y Dijon.
Al siguiente año, haría el campeonato completo.
Con más experiencia, logró ganar en Autopolis. Llegó segundo en el histórico circuito de Silverstone y un quinto lugar en las 24 Horas de Le-Mans.
Obtendría un noveno lugar en la clasificación general, posición que lo llevó a la máxima categoría del automovilismo mundial: La Fórmula 1.
Debut y despedida
Eddie Jordan, se decidiría por sentar a Schumacher en uno de sus monoplazas ya que destacaba el ímpetu y el hambre ganador del teutón.
Sería en 1991 cuando Schumi debutaría oficialmente en la Fórmula 1 piloteando uno de los autos del Jordan Team en el Gran Premio de Bélgica.
Pese a ser novato en esta nueva categoría, el teutón mostró un gran rendimiento en el circuito de Spa-Francorchamps e incluso sorprendió a todos los fanáticos alcanzando una velocidad de 320 kilometros por hora, toda una proeza para un rookie.

Llegó a estar séptimo en la carrera, pero un problema en su caja de cambios lo obligaron al retiro.
“La gente de Jordan pensó que yo conocía el circuito, porque eso es lo que se les dijo, yo no sabía absolutamente nada del circuito, de modo que me di dos vueltas con mi bicicleta para ver cómo era”, declararía al regresar a los boxes.
La plaza de Schumacher en Jordan era sólo por esa carrera. Schumacher debía buscar equipo si quería seguir corriendo.
Flavio Biatore, CEO del equipo Benetton Ford, le ofreció correr en uno de sus monoplazas. Una jugada maestra que sería decidida por los tribunales deportivos ingleses ya que Jordan alegaba tener contrato con el alemán.
Finalmente, la corte dictó a favor de Bennetton esgrimiendo que Schumi había firmado con ellos y con Jordan solamente tenían un acuerdo de palabra.
Comenzaría entonces la búsqueda del ansiado campeonato del mundo de Schumi.
Imola y B de Bicampeón
Schumacher comenzaría a correr con Benetton en 1992.
Ese año tendría su primera victoria y pasaría a ser la única de la temporada.
Cabe destacar que este joven piloto se codearía en esos años con gigantes del automovilismo ochentero como Nigel Mansell, Alain Prost y Ayrton Senna por nombrar algunos.
Nuestro campeón, sorprendería a todos terminando en la tercera posición del campeonato mundial de pilotos delante del gran Ayrton Senna.
En 1993 terminaría en la cuarta posición. Sería superado por los dos Williams de Alain Prost (1°) y Damon Hill (3°), y por Ayrton Senna (2°).
Michael se coronaría campeón del Gran Premio de Portugal y sería su única victoria del año.
Pese a salir cuarto, Schumi exclamaría: “Seguiré compitiendo mientras sienta placer en hacerlo. Cuanto más corro más me gusta este deporte”. Una frase con hambre de campeón.
1994 sería el año más negro en la historia de la Fórmula 1.
Marcaría a todos los pilotos y a todo el mundo del deporte tuerca que presenciaron en vivo el desarrollo del Gran Premio de San Marino en la pista de Imola.
Ese fin de semana negro comenzaría el jueves con el incendio de un camión de la escudería Pacific Racing, matando a dos mecánicos.
El viernes Rubens Barrichello, piloto de Jordan GP, sufriría un terrible accidente en la curva Variante Bassa.
El sábado, el austríaco Roland Ratzenberger, piloto de Simtek, muere en la curva Villeneuve tras perder el control a más de 300 km/h, al desprendérsele el alerón delantero.
El domingo vendría lo peor, en la curva de Tamburello, en un accidente sufrido en extrañas circunstancias, fallecería el brasileño Ayrton Senna, piloto de Williams-Renault y triple campeón del Mundo.
Estos accidentes rompieron una racha de 12 años sin muertes de ningún piloto, desde la muerte de Riccardo Paletti en el GP de Canadá de 1982.
Este deceso, marcaría la carrera de Michael Schumacher debido a que fue apadrinado por el brasileño en sus primeros años. “No hablo nunca de Senna, porque me emociono al decir su nombre”, expresaría años después.
Schumi lograría superar la partida de su guía y comenzó a aplicar todos sus consejos en la pista.
En 1994, el alemán ganaría su primer Campeonato Mundial de pilotos de Fórmula 1 y sería con vértigo ya que lo lograría con sólo un punto de ventaja de su perseguidor, el británico Daemon Hill.
Un año más tarde revalidaría su título mundial y sería su último en la escudería francesa. Schumi dedicaría su bicampeonato al fallecido Senna.
El Cavallino Rampante
Schumacher llegaría a la escudería italiana en 1996. “No eres un verdadero campeón del mundo si no lo eres con Ferrari”, declararía con una sonrisa de oreja a oreja.
Entre 1996 y 1999, el alemán no tendría grandes resultados ya que las banderas a cuadro las flamearían los pilotos de Mc Claren, David Coulthard y Mika Hakkinen acompañados por el BAR Honda de Jacques Villeuneve.
Su máximo dominio sería entre los años 2000 y 2004 en donde, Schumi se transformaría en un Kaizer del automovilismo estableciendo un record de cinco campeonatos del mundo obtenidos de manera consecutiva.

A esto se suman los dos campeonatos obtenidos en Benetton, dando vida al Heptacampeonato.
Una verdadera leyenda del deporte que según expertos, superó todos los límites en cuanto a rendimiento y conducción.
Él aclara: “Nunca he sentido que alcanzara mi límite personal, donde es posible que no pudiera ir más rápido si el coche fuera capaz de ello. Siempre ha sido el límite del coche lo que me ha refrenado”.
Otras Curiosidades
A su vez, el alemán también fue subcampeón en 1998 y 2006, tercero en 1992, 1996 y 2005, cuarto en 1993 y quinto en 1999.
Durante su carrera sumó 91 victorias y 155 podios, superando los números de Alain Prost, quien poseía dichos récords en la década de los 90.
Si tenemos en cuenta el actual sistema de puntos, el Káiser contaría con 3.890 puntos, siendo así el piloto con más puntos en la historia de la Fórmula 1.
Se retiró de los monoplazas en 2006 para pasar a las carreras de Moto GP en el 2007.
Volvería en el 2009 para ocupar el lugar de Felipe Massa, quien se accidentó en el Gran Premio de Hungría y quedaría fuera por el resto de la temporada.
Su esperado regreso sería en el circuito de Valencia en el Gran Premio de Europa generando un revuelo planetario del calibre de una estrella de rock.
Sin embargo, su vuelta traería polémicas entre las escuderías más grandes: La marca del Cavallino Rampante le pidió al resto de los equipos que permitiesen a Schumi probar el F60, pero Red Bull y Williams se negaron, ya que el reglamento de 2009 impedía ese tipo de test.
¿Tendría que ver esta negativa en el miedo que genera Schumacher en sus rivales? La respuesta más clara era que el Káiser estaba de vuelta.
Lamentablemente, el tiempo de inactividad del alemán le pasó la cuenta en su regreso a los circuitos.
Su cuello maltrecho desde la caída en moto en Cartagena en el 2009, le impidió aguantar el ritmo de la Fórmula 1 quedando inhabilitado a ocupar el asiento del lesionado Massa.
El 11 de Agosto de 2009, Ferrari anunciaría que el puesto del Heptacampeón mundial sería ocupado por el piloto de pruebas, Luca Badoer.
A finales de 2009, Schumacher formaría parte del nuevo proyecto de Mercedes Benz, Mercedes GP.
El Teutón estaría por 3 años, y ganaría 7 millones de euros mensuales.
Con esto, la Fórmula 1 resurgiría en el ámbito comercial y económico después de los problemas evidenciados en 2008 y 2009 por la retirada de tres importantes fabricantes como Honda, BMW y Toyota y del proveedor de neumáticos Bridgestone para la temporada 2011.
Con la escudería alemana sólo obtendría una “pole position” y un tercer puesto.
Actualmente, Schumi se encuentra recuperándose de los serios daños que le dejó una caída mientras esquiaba en los Alpes Franceses.
No nos cabe duda, que este luchador y gran deportista podrá sortear esta nueva prueba que le pone la vida. Meses antes de su retiro exclamaría: “No tengo ni idea cómo me va a afectar la retirada ni lo que voy a hacer. Pero no tengo miedo. Por el contrario, hay muchas cosas que quiero vivir”.
Aguante Schumi, El Kaiser de la Fórmula 1.