El partido de este jueves 5 de octubre es clave y decisivo para las pretensiones de conseguir boletos a la Copa del Mundo Rusia 2018. Es el momento más crucial para Pizzi y sus hombres. No hay más margen de error, sólo el triunfo sirve y si es por un marcador holgado, mucho mejor. 

Dante Comiso.

Los jugadores y el cuerpo técnico lo saben de sobra. Son profesionales de dilatada trayectoria, varios con dos mundiales, dos Copas América y otros torneos internacionales en el cuerpo.

Ellos tienen más que claro que si no ganan, las opciones se reducen ostensiblemente por no decir que se extinguen. Si de verdad nos anima el deseo de clasificar al mundial, es en estas circunstancias cuando más se debe apoyar al seleccionador y los jugadores elegidos, por encima de cualquier diferencia que pueda existir.

La selección chilena de fútbol no es la misma de hace 15 o 20 años. No se puede olvidar el camino recorrido, la experiencia y los logros conquistados gracias a todos los que han aportado en estas casi dos décadas como Sulantay, Acosta, Borghi, Bielsa, Sampaoli, Pizzi,  todos los jugadores y miembros de los comandos técnicos que han servido a la roja.

El nombre de Chile es global en el planeta fútbol y su imagen cambió gracias a estos grandes jugadores y su  hinchada famosa por la pasión, lealtad y forma de cantar su himno patrio.

Los chilenos se acostumbraron a ganar y a levantar copas,  pero su hinchada no debe pasar por alto que el fútbol sigue siendo un deporte, muy competitivo, pero un deporte profesional al fin y al cabo, donde los protagonistas son personas y no máquinas.

Esto significa que siendo el fútbol una disciplina de alto rendimiento, sus resultados se ven influenciados por una serie de factores deportivos y otros tantos extra deportivos. Si a esto le sumamos el formato que tienen las clasificatorias sudamericanas, conocidas como las más duras del mundo, muchos resultados se ven afectados por los rendimientos de otros países que van moviendo la tabla y las opciones de clasificar.

Uno de los factores que no se puede soslayar son los rendimientos individuales y colectivos, los cuales en algún momento son afectados por la curva de rendimientos decrecientes. Es decir, hay un momento en que el desempeño de los deportistas empieza a decaer y eso no logra revertir mientras no se apliquen cambios profundos a la estructura, procesos, métodos, estrategias o a sus propios integrantes.

Lamentablemente, a Chile este bajón colectivo e individual, lo sorprendió en una fase muy avanzada de la eliminatoria como ocurrió en los pasados duelos con Paraguay y Bolivia donde no obtuvo puntos. Ahí puso en serio riesgo su clasificación.

Por eso es tan importante tener una selección sub 23 o sub 20 que entrene y compita a alto nivel internacional de modo que sea la fuente natural para ir fogueando a nuevos jugadores, darles espacio y minutos en la selección mayor.

Pero ojo, no basta con entrenar, ser sparring o hacer banca, tienen que jugar aunque sean 15 minutos. Alemania fue un buen ejemplo práctico  en la reciente Copa Confederaciones.

Volvamos al partido con Ecuador y Brasil. ¿Chile tiene posibilidades de ganar? Nuestra apreciación es absolutamente SI. La roja sólo necesita jugar perfecto a alto nivel en todas sus líneas, aprovechar las 2 o 3 únicas oportunidades de gol que estos partidos suelen ofrecer, defender con fiereza y no desconcentrarse en los minutos cruciales.

Chile debe traer a la cancha en Santiago y Sao Paulo la mejor versión que se le ha conocido, como contra Portugal y Alemania, con la diferencia que acá necesita derrotar con goles a sus rivales.

Todo el plantel es consciente que son capaces y que poseen las armas para ganar. Sólo hará falta unirse como grupo, seguir a Pizzi, dar el máximo esfuerzo y tener en los 180 minutos la convicción y determinación total que se le puede y debe ganar a Ecuador y Brasil.

Pizzi ha asumido su liderazgo y es quien dirige, ordena y dispone. Eso se debe respetar. Los hinchas pueden  tener discrepancias y criticar las recientes nominaciones, pero es Pizzi y su cuerpo técnico quienes han asumido la responsabilidad del que dirige la que se manifiesta justamente en la toma de decisiones.

Ellos tienen información y análisis que ni el hincha ni la prensa dispone. No nos guiemos por pasiones,  opinología  superficial o especulaciones tendenciosas. Respetemos a quien está a cargo que tiene competencia técnica de sobra y apoyemos. Luego se podrá evaluar objetivamente el éxito o el fracaso.

Y en una de esas estaremos hablando de lo acertadas que fueron sus definiciones. Por lo demás si todos saben que nadie tiene el puesto asegurado, no nos debe asombrar o molestar que algunos jugadores puedan quedar fuera de la convocatoria, por mucho que se les quiera y reconozca, pero no hagamos de eso una polémica que divida. Eso no ayuda a Chile.