El Mar y su relación con los
deportes practicados dentro de él, siempre deja historias de olas o sesiones
épicas. Aquí te presentamos la historia de unos de los localazos de
Antofagasta. Piloteando su bodyboard desde pequeño, ha visto el
desarrollo de la disciplina radical a nivel internacional. En esta ocasión,
tiene una nueva ola que remar. Comandar la dirección del Grand Slam
Antofagasta Bodyboard Festival 2019, fecha que forma parte del circuito
mundial: APB.
PD Chile
Fundador de Club Budeo y director del Campeonato Mundial Antofagasta Bodyboard Festival,
Arturo Soto, conoció este deporte a los 13 años y se propuso cumplir su
sueño: vivir del mar.
Durante cuatro años se dedicó a surfear solo, en la rompiente
que habita en la playa Budeo. Sus sesiones en aquella onda lo llevaron a un
gran nivel internacional llevando los colores de Chile en Francia, España,
Portugal, entre otros. Se trajo una fecha del campeonato mundial de
bodyboard a La Perla del Norte.
Además, fundó el Club Budeo, que se preocupa de ayudar a
los niños de la población donde nació e instarlos a salir de la droga y la delincuencia,
haciendo por ellos, lo que el mar hizo por él.
El impacto que ha tenido en niños y jóvenes en riesgo social ha
sido reconocido no sólo en Chile, donde fue elegido Líder Regional por El
Mercurio de Antofagasta, 100 Jóvenes Líderes del País por Revista El Sábado y
la Universidad Adolfo Ibañez, y Premio Nacional de Innovación Avonni, galardón
que recibió en 2014; sino que además fue nombrado Emprendedor Social 2015
por la organización internacional Ashoka, y fue reconocido por la Comisión
Europea a través del proyecto Stars Erasmus, por su contribución al turismo
sustentable basado en las comunidades.
Por estos días Arturo Soto se encuentra participando en el Campeonato
Nacional de Emprendimiento 2019 que transmitirá TVN; en los preparativos
finales del próximo Grand Slam Antofagasta Bodyboard Festival 2019, que
convocará a más de 200 competidores de todo el mundo en la cuarta fecha del
torneo de la Association of Professional Bodyboarding (APB), y revisando la
edición final del libro “Antofagasta Experiencias Territoriales: Modelo
territorial de desarrollo de competencias y habilidades en niños, niñas y
jóvenes”, que recoge la experiencia de Budeo, y que presenta una nueva
metodología de educación.

Vivir
del mar
A los 13 años Arturo Soto llegó a vivir a una casa abandonada
en la población el Golf de Antofagasta, una de las más peligrosas de la
región y famosa por el tráfico de drogas, la delincuencia, la prostitución y
las pandillas.
“Me tocó vivir en soledad hasta los 20 años, en un barrio que no me
daba muchas alternativas de vida, como le pasó a muchos de mis amigos y como les
pasa a miles de niños en el continente, cuya opción la ven en la imagen de
padre sustituto que le ofrecen los delincuentes en las esquinas, y que los
lleva a seguir el camino del traficante”, relata.
Desde las 6:30 de la mañana Arturo se iba a la playa a surfear.
“En el liceo me decían ‘el salado’, porque siempre había una línea de sal en mi
cuello”. Así fue durante cuatro años. “Mi conexión con la naturaleza, a
través de este deporte, fue algo mágico. Aprendí a leer el tiempo, a leer el
viento… Cómo funcionaban los cambios de marea con los ciclos de la luna…
Aprendí a leer las marejadas… A leer las ondas (las corrientes – swell)
dependiendo la estación del año”.
Cuenta que mientras estaba sentado en su tabla, en medio del mar,
“mirando hacia el horizonte en una especie de locura le preguntaba al mar: ¿Por
qué me tocó vivir solo? ¿Por qué no tenía un hogar normal? Y el mar me
respondía con olas perfectas. Cogía una de esas olas, me metía dentro de ella y
luego salía junto al aire comprimido, provocando una sensación única, la cual
se transformaba en una felicidad generalizada e inexplicable”.
Fue así como con sólo 17 años
Arturo decidió vivir de lo que lo hacía feliz, y eso era estar en el mar. Con la idea de ganar dinero, decidió poner un cartel fuera de su
casa: “Se realizan clases de Bodyboard”.
Fue así como comenzaron a llegar los chicos de su barrio,
“aquellos que tenían problemas similares a los que yo tuve cuando tenía sus edades.
En ese momento me dije, puedo hacer lo mismo que el océano hizo por mí con
estos niños, y ahí comenzó mi ‘trabajo social’. Por supuesto, que estos chicos,
no tenían dinero, así que todo fue gratis para ellos”.
¿Qué es el Club Budeo?
Club Budeo es hoy un proyecto que nació para entregar oportunidades a niños y jóvenes, principalmente a aquellos que deben hacer frente a contextos de drogas y delincuencia, conectándolos con el mar.
El trabajo intuitivo de Arturo Soto, se complementa con el psicólogo Claudio Alquinta, uno de los primeros alumnos de Arturo. Juntos, supieron elaborar una metodología de enseñanza, que promueve el desarrollo de habilidades transversales, como la comunicación, liderazgo, tolerancia a la frustración, autocontrol, entre otras, que permita entregarles herramientas a los jóvenes para desenvolverse en el mundo, así alentando proyecciones de vida vinculadas a lo que a ellos los hace felices.
Budeo se sustenta así en tres pilares: trabajo social, turismo y deporte. Por una parte, ejecuta programas de desarrollo en niños, niñas y jóvenes en riesgo social y proponiendo soluciones a problemas que no resuelve la educación tradicional. Haciéndolo por medio de deportes en contacto con la naturaleza, creando una conexión con el entorno y con ellos mismos.
Por otra parte, emerge Budeo Tour, el cual busca entregar recursos económicos al trabajo social y proyecciones de vida a los jóvenes que se forman en la escuela Budeo. De esta manera, se impulsa un encadenamiento, desde la formación hacia lo laboral, proporcionando espacios de desarrollo entorno a diversos puestos de trabajo que emergen de los diversos proyectos que ejecuta Budeo, como por ejemplo, producciones, audiovisual, fotografía, educación, entre otras líneas.
Una de ellas es la organización del Grand Slam Antofagasta Bodyboard Festival 2019, evento correspondiente a la cuarta etapa del tour mundial a cargo de la Association of Professional Bodyboarding (APB), que convocará a más de 200 competidores de todo el mundo del 4 al 14 de julio en playa Llacolén, Antofagasta. Y que permite no sólo la proyección deportiva a jóvenes y adolescentes, sino que también aporta con puestos de trabajo y proyecciones.