Todo el país y el mundo entero del fútbol estuvo expectante de lo que pasaría en la primera semifinal de la Copa Confederaciones entre Chile y Portugal. El bicampeón de América contra el campeón de Europa no se hicieron daño durante los 120 minutos (90´+ alargue) y tuvieron que definir al primer finalista bajo la definición a penales. En aquel fusilamiento, el capitán Claudio Bravo se vistió de superhéroe atajando los tres primeros penales, sentenciando la serie y llevando a Chile a una nueva final continental. Aquí te contamos algunas de las claves que Juan Antonio Pizzi y sus dirigidos aplicaron para aminorar al máximo el peligro de los lusos.

Dante Comiso

Desde Kazán, Rusia

Una de las grandes incógnitas a lo largo de toda la Copa Confederaciones era si el portugués Cristiano Ronaldo, seguiría con su senda de glorias tras una exitosa temporada con el Real Madrid. Algunos decían que se estaba guardando para la semifinal. Ayer, CR7 no gravitó como quería y eso es gracias al gran trabajo defensivo que hizo el Equipo de Todos.

Los portugueses comenzaron dominando los primeros veinte minutos del cotejo, cargando el juego por la banda izquierda liderada por Ronaldo buscando intimidar a Mauricio Isla con sus rápidas diagonales

Durante todo el partido, Gary Medel fue fiel a su apodo de pitbull mostrándole los dientes al delantero. Las veces que el oriundo de Madeira logró superar al huaso Isla, allí estaba Gary.

Incluso, cuando ambos chilenos apoyaron en defensa, CR7 comenzó a pedir la pelota en el medio campo por lo que perdió poder ofensivo.

Evitar faltas cerca del área

La buena técnica que Cristiano Ronaldo tiene para pegarle al balón era una de las grandes preocupaciones de Macanudo. Por ende, la Roja tomó nota de esta gran virtud y se esmeró con no hacerles faltas cerca del área o bien impedir un remate directo en el cual pudiese sacar ventaja.

Este esfuerzo en el quite limpio, hizo que Cristiano efectuara un sólo tiro libre en todo el partido, remate que por cierto mandó a las nubes.

 

Temple de acero ante las injusticias

El juez iraní se olvidó del polémico VAR. Se olvidó de que habían dos guardalíneas. Se olvidó de que en el palco vip habían casi cinco árbitros con todas las cámaras existentes. Se olvidó de sacar tarjetas rojas clarísimas y lo peor de todo es que se olvidó de hacer valer su rol: impartir justicia.

Pese a esto, nuestros gladiadores demostraron tener un verdadero temple de acero ante estas vicisitudes del partido y seguir buscando la victoria hasta los 120 minutos.

 

 Uno con uno en el juego aéreo

El juego de Portugal se basaba casi en el protagonismo que el astro merengue pudiese tener en cancha. Cristiano ha marcado goles de cabeza que han sido determinantes a la hora de abrochar el resultado. Las marcas elegidas en las pelotas detenidas, fueron muy bien tomadas y ningún luso saltó con comodidad.

En esto punto, queremos resaltar el gran trabajo colaborativo que tuvo Pedro Pablo Hernández. El tucu le dio respiro, salida y sobre todo apoyo en el juego aéreo. El jugador conoce y sigue el pie de la letra el discurso entregado por Macanudo.

 San Claudio Bravo

Menciones aparte para la figura del oriundo de Viluco quien en situaciones de peligro inminente de gol ha sido imprescindible. Durante el partido salvó dos ocasiones claras de gol e incluso le tapó un gol cantadísimo al astro del Real Madrid.

Claudio Bravo, quien venía saliendo de un desgarro en uno de sus gemelos, se puso la capa de héroe con la bandera chilena y dijo presente cuando Chile más lo necesitaba: en los penaltis.

El golero del Manchester City atajó los tres penales lusitanos, algo poco visto en estas instancias. El único registro es de Helmuth Duckadam cuando militaba en el Steaua de Bucarest. Allí, Duckadam le detuvo cuatro penaltis al Barcelona en la final de la Copa de Europa disputada en Sevilla en 1986.

En las manos del capitán quedaron sentenciadas las aspiraciones de Cristiano y compañía. En las manos de Claudio Bravo se encomendarán todos chilenos el domingo de Visviri a Villa Las Estrellas.

En las manos y en los pies del Equipo de Todos está el sueño de bajar una nueva estrella y seguir escribiendo la historia dorada de nuestro balompié.