La ciudad de Trujillo, al norte del Perú, una de las más importantes del país vecino, se paraliza este fin de semana con el duelo entre Carlos A. Mannucci y César Vallejo, en la final de la Segunda División peruana.

Luis Enrique del Castillo Ruiz (Desde Trujillo, Perú)

Por primera vez en la historia del ascenso profesional de Perú, dos equipos de una misma ciudad definirán el título del torneo. No obstante, el perdedor no se quedará con las manos vacías.

La Segunda peruana ha tenido un cupo directo a Primera en los últimos 10 años, pero para esta temporada, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) aumentó los cupos de ascenso a 4, dos directos para los campeones de la Segunda División y la Copa Perú (ascenso amateur) y dos para disputarlo en un cuadrangular de ascenso, a jugarse en la capital Lima, entre los segundos y terceros de cada torneo.

Mannucci y Vallejo juegan por un ascenso directo a Primera.

Por tanto, el campeón de la Segunda irá directo a Primera (que aumentará de 16 a 18 equipos en 2019), y el segundo jugará el cuadrangular del ascenso, adonde deben el tercero del ascenso profesional (el cupo lo disputan Juan Aurich de Chiclayo y Cienciano del Cusco) y dos de los cuatro equipos que se encuentran disputando en Lima la Finalísima de la Copa Perú (un cuadrangular del ascenso amateur).

Urgencia y necesidad

Hoy en Trujillo, en el estadio Mansiche (3:30 p.m., hora peruana), se enfrentan en la ida de la final dos equipos con historias paralelamente opuestas.

Mannucci, el llamado ‘Equipo del Pueblo’, nacido de un equipo de vóley que pidió permiso a la empresa Mannucci de ponerle el nombre del fundador (Carlos Alberto Mannucci Finochetti), en 1959, tiene uno de los mayores arraigos del norte de Perú.

El Tricolor no juega en la élite peruana desde 1994, año de su descenso, y regresó al fútbol profesional en 2014, invitado a la Segunda División por mérito deportivo, al quedar en cuartos de final de la Copa Perú de 2013. Casi un cuarto de siglo después, Mannucci está a solo 180 minutos de volver a Primera División.

Enfrente está César Vallejo, equipo con solo 22 años de historia. De ascenso meteórico en el fútbol peruano (campeón de la Tercera trujillana en 1996, de la Segunda en 1997 y de la Primera en 2001, y de la Copa Perú en 2003, ascendiendo así a Primera).

Solventado por la familia Acuña, una de las más ricas del país, y con una infraestructura casi a la par de los tres ‘grandes’ del Perú (complejo de entrenamiento, divisiones menores en todo el país, y en todas las categorías, casa hogar para menores en Trujillo y Lima), César Vallejo –nombrado así en base a la universidad, propiedad de la misma familia, y que homenajea al ilustre poeta peruano– ha sido durante muchos años el modelo ideal de club.

Descendió en 2016 pese a contar con una gran plantilla y con un DT, el argentino Ángel David Comizzo, que salió campeón con el Universitario de Deportes tres años antes. UCV perdió la final de la Segunda el 2017 ante Sport Boys y tiene la necesidad de volver a Primera. El Poeta no tiene el arraigo de su par trujillano y es por ello que decidió en esta temporada jugar en el Municipal de Casa Grande, un estadio más pequeño que el Mansiche y a una hora de Trujillo.

Clásico politizado

Se han enfrentado en solo 14 ocasiones (5 victorias poetas, 4 tricolores y 5 empates), pero sus enfrentamientos han alcanzado ribetes de clásico debido a la rivalidad que creció con los años entre la afición carlista (o tricolor) y el dueño de UCV, el político César Acuña Peralta, jerarca de la familia Acuña; dos veces alcalde de Trujillo, gobernador de la región La Libertad y candidato presidencial en 2016, Acuña siempre tuvo palabras, de más o menos calibre, para Mannucci, el más popular de la ciudad, pese al firme camino de su equipo en Primera.

Presidente de Vallejo fue alcalde de Trujillo en dos ocasiones. Contrató este año a ‘Chemo’ del Solar.

 

Líder del partido Alianza por el Progreso (APP), hoy su equipo estará enfrentado ante un rival cuyo presidente, Raúl Lozano Peralta, creció escuchando los discursos de Raúl Haya de la Torre, líder del histórico Partido Aprista Peruano, que tuvo el gobierno de Trujillo casi de forma ininterrumpida desde 1964 hasta la llegada de APP (2006).

Lozano, elegido recientemente regidor de la ciudad por el Apra –y su hermano, consejero de la Región–, lleva desde 2015 en el Tricolor, salvando del descenso al ‘Tri’ y lo ha llevado nuevamente al protagonismo nacional.

Presidente de Mannucci, Raúl Lozano, incursionó en la política en las últimas elecciones.

Los ídolos

Mannucci y Vallejo tiene plantillas potentes para la realidad de la Segunda División, pero además tienen a dos técnicos reconocidos en el medio.

José Soto Gómez, exfutbolista y seleccionado nacional, es entrenador de Mannucci. Es uno de los ídolos modernos de Alianza Lima, el tradicional club limeño de La Victoria. Vive una segunda etapa en el Tricolor, y en la primera llevó al club a su mejor posición en el fútbol profesional peruano (tercer lugar, en 2014) y en la segunda la final  del torneo.

Pepe Soto ha llevado a Mannucci a conseguir sus mejores resultados en el fútbol profesional peruano. Ídolo de Alianza Lima.

En el lado contrario está José Guillermo ‘Chemo’ del Solar, técnico de Vallejo, quien fuese seleccionado nacional como jugador y entrenador de Perú para las Eliminatorias Sudáfrica 2010; es, además, un futbolista identificado con Universitario de Deportes, el tradicional rival de Alianza.

‘Chemo’ dirige por primera vez en la Segunda División. Fue seleccionador de Perú para las Eliminatorias Sudáfrica 2010.

Ambos, además, encarnan las raíces tradicionales de los dos más ‘grandes’ de Perú: la formación estudiosa y disciplinada de los universitarios que fundaron la ‘U’, y la alegría, emotividad y pasión por el juego de los obreros que fundaron Alianza.