El 29 de Enero de 2017 será recordado por todos los amantes del tenis como una fecha muy especial. El español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer disputarían la final del Abierto de Australia. El primer Grand Slam del año se lo llevaría el helvético en casi tres horas y cuarenta minutos de juego por parciales de 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3. Un partido épico de principio a fin y que rememoraba los grandes choques entre éstos dos gigantes al más puro estilo Rumble in the Jungle.
Camilo Zavala P.
Nadie se quería perder uno de los grandes duelos que tendría el tenis mundial en esta primera parte del año. En la instancia decisiva, Su Majestad, Roger Federer disputaría el trofeo en el mítico Rod Laver Arena frente a su querido amigo y archirrival, Rafael Nadal.
Fedex llegaba a la final tras vencer cómodamente a su compatriota Stanilas Wawrinka. Mientras que el manacorí tuvo un duro escollo en la semis ante el nuevo talento búlgaro, Grigor Dimitrov.
Ya a las 18.00 horas de Australia, 4.30 de la madrugada en Chile, los fanáticos del tenis estaban impacientes. Unos pasaron de largo para ver el gran clásico del tenis. Mientras que en la capital del estado de Victoria, más de 3000 personas que se quedaron fuera del Rod Laver Arena se agruparon en el sector de Federation Square en pleno Melbourne Park, para vislumbrar a través de pantallas gigantes los extensos raqueteos de ambas bestias del deporte blanco.
Jugadas como éstas deleitaron a todo el mundo.
Sería la trígesima quinta vez en que ambos jugadores se veían las caras. El español sigue dominando con 23 victorias y 12 derrotas.
Durante el partido, Fedex estuvo impecable, partiendo por su saque en donde conectó 20 aces. Federer también dominó en los golpes ganadores (73 frente a 35) ante un Nadal que pese a estar cansado producto del gran esfuerzo hecho en semifinales el viernes para eliminar al búlgaro Grigor Dimitrov en casi cinco horas de juego; no mostró flaquezas y siguió batallando como un león hambriento.
El suizo, quien había tenido un día más de descanso, tuvo una noche de aquellas. Pese a cometer elevado número de errores no forzados debido a su juego de ataque (57 por 28 de Nadal), no se despegó nunca desde la línea de fondo abriendo todos los ángulos con su mortífero revés cruzado y mezclando juegos en la red y a contrapié que dejaban descolocado hasta a los alcanzapelotas.
Ya en el quinto set, Nadal se pondría arriba del marcador por 3-1. Fedex, como en su mejores tiempos, le quebró el servicio en el quinto juego al español. Desde allí todo sería color rojo. El momento de gloría sería de infarto.
El campeonato se definiría en un infartante ojo de lince pedido por el manacorí, quien dudaba del trayecto de la bocha. Sería un ojo de lince mágico, porque corroboraría que esa pelota con rosca había tocado la línea y transformaría a todo el Rod Laver Arena en un verdadera olla a presión de gritos, aplausos y festejos coronando a Federer como el nuevo campeón del Abierto de Australia.

Un campeón excepcional
Con este triunfo, el helvético entra al cetro de los mejores deportistas de todos los tiempos, lugar que compartirá junto a nombres como Michael Phelps, Muhammad Alí, Michael Jordan o Michael Schumacher por nombrar algunos.
No obstante, en el tenis, Federer es el rey. 18 títulos majors lo posicionan como el tenista más laureado de orbe y sólo le falta un torneo grande para alcanzar a Martina Navratilova.
El suizo se alzó con su quinta corona oceánica con 35 años y tras estar 6 meses sin actividad competitiva.
Roger es además el único tenista de la historia que se consagró al menos cinco veces en tres Grand Slams distintos: siete en Wimbledon (2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2009 y 2012), cinco US Open (2004, 2005, 2006, 2007 y 2008) y los mencionados cinco en Melbourne (2004, 2006, 2007, 2010 y 2017).
1.666 días pasaron desde que Federer consiguió su último Grand Slam, tras vencer en la final de Wimbledon, el 8 de julio de 2012, al actual N°1 del mundo Andy Murray por 4-6, 7-5, 6-3 y 6-4. Cuando se consagró en Londres, habían pasado dos años y medio desde su anterior consagración en un Major: Australia 2010.
Ochenta y nueve torneos son los que guarda Federer en toda su carrera. El último había sido en su ciudad natal, Basilea en 2015. En aquella ocasión, venció en la final a clásico rival Rafael Nadal por 6-3, 5-7 y 6-3.
2.000 puntos consiguió Federer para el ranking con su título en Melbourne. Representan exactamente 20 más que los 1980 que tenía hasta ahora y que lo ubicaban en el 17º puesto. Desde este lunes, estará en el Top Ten del ATP.
Pro Staff RF 97 Autograph de Wilson, es el modelo de la raqueta con Su Majestad alcanzó el cielo y que estrenó en este torneo.
Por último destacar que Federer es uno de los campeones más caballeros del mundo del deporte. En la ceremonia de premiación, llenó de elogios al ibérico e incluso le imploró: “No te vayas Rafa, el tenis te necesita”.
“Sigue haciendo lo que haces”, le dijo Federer, mirándolo y hablándole a él directamente ante miles de testigos. Sin duda, una declaración de amor y compañerismo. Nadal lo miraba con admiración y le agradecía. “Si hubiera empates en el tenis, estaría orgulloso de compartir este trofeo con Rafa Nadal”, finalizó el suizo en un mar de aplausos.
Tendrán que pasar años o décadas para volver a ver esta gran dualidad de amistad y competencia. Después de todo, esto es lo lindo del deporte y por estos acontecimientos vale la pena seguir madrugando.