El próximo sábado 6 de enero comienza el Rally Dakar más largo de los últimos cinco años. Por primera vez en cinco años, el Dakar tendrá catorce etapas, con más de 4500 kilómetros de tramos cronometrados entre Perú, Bolivia y Argentina. Tres escenarios muy distintos que, primero la arena, luego la altura y después el calor, pondrán a prueba la resistencia de los 525 corredores inscritos y que solo dispondrán de un día de descanso en La Paz.
Edgar Ramírez Mori
Desde Lima, Perú.
Perú, tierra del ceviche y las costumbres incas pero también, territorio de un mar de dunas sólo aptas para buenos navegantes. Hacía cinco años que el Dakar no pisaba el Perú, y esta vez partirá desde Lima para zambullirse durante cinco días en este océano de vertiginosas dunas que forman su blanco desierto.
Este escenario hace que la etapa peruana sea la más africana de las diez que se han corrido en Sudamérica y que incluye con tramos de hasta cien kilómetros sobre ese extremo escenario fuera de pista.
Tras morder el polvo del desierto, los participantes pasarán cinco días a más de 3000 metros de altura, incluida una etapa maratón por el altiplano boliviano entre las ciudades de Uyuni y Tupiza, con 500 kilómetros de competición.
Del frío se pasará al intenso calor del noroeste argentino. Fiambalá será uno de los escenarios preferidos por el Dakar desde que se mudó a Sudamérica y esta vez. volverá a ser la prueba de fuego para los que realmente aspiran a ganar el rally, con curvas endiabladas, pasos pedregosos, dunas y muchos ríos y barrancos de distintos tamaños que sortear.
Hace unos días habíamos hablado en Panorama Deportivo de la batalla de que darán los camiones y los quads. Nos queda repasar dos categorías: Motos y Autos.
Comencemos entonces.
¿Quién será el amo de las motos?
Se esperan que 142 pilotos de motos en la salida de la 40ª edición del Dakar el próximo 6 de enero en Lima, Perú. Uno de los que espera dar el batacazo es el inglés Sam Sunderland, vigente campeón y que ganó en 2017 después de finalizar el rally por primera vez en su carrera deportiva.
El británico representará a KTM. Aunque la marca austriaca se alza como favorita en todos los pronósticos, las opciones al título parecen estar bien repartidas. Rivales como Honda, Yamaha y Husqvarna, están esperanzados de romper el dominio naranja.
Cuento aparte es lo que pasará fuera de la pugna por la victoria. Allí, 28 pilotos se plantean un desafío adicional al inscribirse en la categoría “Original by Motul”. En esta ocasión, el grupo de grandes aventureros es el más número desde la llegada del Dakar a Sudamérica.
“Probablemente hay 10 pilotos capaces de ganar en la salida del Dakar”, destaca Sunderland esperando no enfadar a nadie en la antesala. El inglés correrá con el número 1 que lucirá en la moto y en su traje. Para el periodismo deportivo resulta tentador colocarle en lo alto de la lista.
Sin embargo, el análisis del británico recalca ese cambio de era desde la época en la que los amos de la regularidad eran indiscutiblemente Cyril Despres y Marc Coma, quienes se repartían los títulos.
El nuevo líder del equipo KTM sabe que en un rally raid pueden pasar muchas cosas y echar por tierra un destino victorioso. Precisamente eso le sucedía esta temporada, al dejar escapar el título de campeón en motos, quedando en manos del chileno Pablo Quintanilla, al verse bloqueada su moto por las fuertes lluvias en el Rally de Marruecos.
Podría alzarse ganador también Toby Price, antiguo campeón presente en el rally y buen conocedor de lo difícil que es defender un título. El pasado mes de enero, el australiano dejaba la carrera en la cuarta etapa por una fractura de fémur y pasaba gran parte del año recuperándose de esta gigantesca lesión.
Pese a las incertidumbres que planean sobre estos dos pilotos a la cabeza, al equipo KTM no le faltan argumentos para ir por una 17ª victoria consecutiva.

Matthias Walkner, segundo el año pasado, llega como campeón del Rally de Marruecos, en el que su compañero de equipo Antoine Méo (4º) también recordó que es un piloto a tener en cuenta.
Aunque por el momento se han tenido que contentar con galardones secundarios y victorias de etapa. En tanto, los contrincantes de KTM no se rinden y, una vez más, demuestran ser más que capaces de competir al máximo nivel.
La amenaza es constante con Honda, que dispone, tal vez, con la versión más rápida de Joan Barreda Port, aunque no el más regular. El español tiene 19 victorias de especial bajo el brazo.
Sin embargo, las grandes bazas del equipo HRC serían más bien Paulo Gonçalves (2º en 2015), siempre y cuando se haya repuesto completamente de su reciente caída en un entrenamiento. Este costalazo pondría en duda su participación el sábado en el Rímac.
Al portugués se le suma Kevin Benavides, que tuvo que abandonar en 2017, pero que pisaba los talones a Walkner hace algunas semanas en Marruecos (2º). Desde su retorno al primer plano, Yamaha ha conocido el podio final gracias a David Frétigné (2009), Helder Rodrigues (2011, 2012) y Olivier Pain (2014).
Además, ahora puede contar con un efectivo rejuvenecido con Adrien van Beveren (4º en 2017), Franco Caimi, el mejor novato de la última edición (8º) y Xavier de Soultrait, ganador del Merzouga Rally y respectivamente 4º y 5º en las pruebas argentinas y chilenas del Campeonato del Mundo.
En este sentido, el piloto más regular de esta temporada, y también de 2016, ha sido Pablo Quintanilla, bicampeón mundial de Rally Cross Country, que vuelve con una Husqvarna.
“Original by Motul”: el Dakar como los pioneros
Su destino cabe en un baúl, para el que han seleccionado meticulosamente sus herramientas, la ropa que necesitan para todo el rally y un número limitado de piezas de recambio.
Han optado por vivir el Dakar “duro”, sin beneficiarse de los servicios de una estructura de asistencia que se encargue de mimar su moto y su quad, mientras disfrutan de algunas horas de sueño.
Para la edición 2018, 28 pilotos se han inscrito en esta categoría extrema, rebautizada con el nombre de “Original by Motul” desde la llegada de Motul como patrocinador oficial. Esta carrera dentro de la carrera designa a un ganador, cuyo título provoca un respeto particular.
Entre los pilotos inscritos, Olivier Pain forma parte de los favoritos, con su experiencia de 10 ediciones del Dakar, 5 de ellas terminadas en el Top 10.
Sin embargo, el antiguo piloto oficial de Yamaha tendrá que enfrentarse a nuevas dificultades y a algunos competidores más que acostumbrados a estas condiciones particulares, entre ellos el chileno Cristóbal Guldman.
Peugeot quiere despedirse a lo grande
Se espera que más de 100 coches arranquen en la salida de Lima en esta 40ª edición. Será el último Dakar para Peugeot. Los pilotos franceses Stephane Peterhansel, Sebastien Loeb, Cyril Despres y el español Carlos Sainz; serán los últimos hombres de la marca del león que asumen su estatus de favoritos.
Entre ellos, Stéphane Peterhansel, quiere ser el dios del volante ya que aspira a llevarse su 14º título.
Sin embargo, este “Dream Team” tendrá que hacer frente a los Toyota, liderados por el príncipe qatarí Nasser Al Attiyah, así como a los Nissan X-Raid, liderados por Nani Roma. Ambos con intenciones claras de luchar por la victoria.
Paralelamente a los coches, 13 buggies ligeros competirán en la categoría más reciente, rebautizada como Side by Side. Allí destacamos a Camelia Lipatori, quien está lista para iniciar su segunda carrera profesional en el Dakar, después de la emoción aportada a la categoría de quads desde 2009.
¿Se acabará el reinado francés de Peugeot?
Desde su retorno en 2015, Peugeot ha escrito un nuevo capítulo en la historia del Dakar. En los 80, los apasionados por la prueba ya tuvieron ocasión de vibrar con los leones, por aquel entonces con el rugido finlandés de Vatanen y Kankunnen.
Los del siglo XXI han devorado la competencia con igual ferocidad: tras solo un año de entrada en acción, Stéphane Peterhansel llevaba al 3008 a la victoria en 2016, para defender luego su título delante de sus dos compañeros de equipo, Sébastien Loeb y Cyril Despres, dignos abanderados de la superioridad del equipo francés.
Un año más tarde, Peugeot anunciaba su retirada de la disciplina, pero deja patente que desea salir por la puerta grande con los favoritos de la carrera, que dispondrán de una versión revisada y mejorada de su prototipo, bautizado 3008 Maxi.
Peterhansel, vigente campeón e inagotable competidor, se presenta más determinado que nunca a ganar, con posibles rumores de que podría poner fin a su carrera, 30 años después de su primera participación.
Aunque el contador de su compañero de equipo Sébastien Loeb resulta menos impresionante, sus tiempos de paso son dignos de cualquier campeón del Dakar en potencia: 9 victorias de especial en dos ediciones y, sobre todo, un segundo lugar a 5 minutos de su capitán el año pasado.
Por su parte, Cyril Despres, a otro nivel, ha hecho gala de una gran capacidad de adaptación a su nueva disciplina, subiendo al 3er puesto en 2017 en su tercer intento, tras cinco títulos en motos.
Por último, tampoco hay que olvidar el palmarés de Carlos Sainz, que se ha quedado un poco en un segundo plano tras cinco abandonos consecutivos. El madrileño as del volante no ha perdido ni un ápice de su brío y también podría dar la campanada. Habrá que ponerle ojo a este Dream Team.
Sin embargo, los rivales no se han rendido en ningún momento ante la demostración de fuerza de Peugeot. Resultaría incluso insultante hablar de Nasser Al Attiyah como un simple outsider, sobre todo teniendo en cuenta el excelente recital de esta temporada.
Desde su abandono en la tercera etapa del Dakar en enero, cuando se encontraba a la cabeza, el piloto catarí ha ganado siete de las ocho carreras en las que ha participado, con una tercera Copa del Mundo de Rally Todoterreno, así como una victoria simbólicamente importante delante de Loeb durante su última competición en el Rally de Marruecos.
La confianza de Al Attiyah se debe tanto a su dominio científico de la carrera como a los importantes avances logrados por su equipo Toyota Gazoo Racing con la Hilux, vehículo con el que contará igualmente Giniel de Villiers, ganador en 2009.
También podría ser notable el progreso logrado por X-Raid, con tres buggies de dos ruedas motrices confiados a Mikko Hirvonen, al recién llegado Bryce Menzies, así como a Yazeed Al Rajhi.
Por su parte, Sven Qandt, el jefe del Team alemán, apuesta por su baza más fuerte, el 4×4 Mini al mando del 4 veces ganador del Dakar, Joan “Nani” Roma.
A él se suma el mendocino Orly Terranova. En el clan X-Raid, tanto unos como otros son capaces de apuntar al podio o incluso más alto.
Ya sabes los protagonistas. Sólo falta esperar que empiece la batalla.